Deutsche Bank sigue mal en bolsa, donde se ha depreciado un 35% en lo que va de año, y gana un 52,7% menos en el primer semestre. Ante este escenario, cabe preguntarse si aún interesa al banco de inversión estadounidense JP Morgan y al chino ICBC, como se conoció a principios de mes.  

El mal rumbo bursátil del mayor banco alemán no es nuevo. De hecho, ya contamos que ha pasado de 40 a 9,4 euros por acción en ocho años. Pero conviene destacar que actualmente está en torno a los 10 euros por acción, por lo que su capitalización se sitúa en unos 21.000 millones, muy lejos, por ejemplo, del Santander (90.200 millones).

La entidad está inmersa en un recorte masivo de empleos para acabar muy por debajo de los 90.000 a finales de 2019

En cuanto a los resultados, Deutsche Bank ha presentado un beneficio neto de 481 millones hasta junio, debido a los mayores costes por la reestructuración y a la caída de ingresos. Como saben, la entidad está inmersa en un recorte masivo de empleos, con el fin de que su plantilla esté “muy por debajo” de los 90.000 trabajadores a finales de 2019. Por su parte, la cifra de negocio se ha situado en 13.567 millones (-2,8%), la cual incluye un aumento de los ingresos por intereses (+3,3%), hasta los 6.342 millones, y un descenso en los ingresos por comisiones (-7,2%), hasta los 5.359 millones.

Un primer semestre regular, a pesar de que el segundo trimestre fue mejor que el primero. En concreto, el banco alemán ha ganado 361 millones (-19,2%) entre abril y junio, y ha obtenido una cifra de negocio de 6.590 millones (-0,3%). En dicho periodo “aceleramos significativamente la remodelación de nuestro banco y demostramos la resiliencia de nuestro negocio global”, ha presumido el consejero delegado, Christian Sewing. “Vamos en la dirección correcta en cuanto a los costes y la calidad de nuestro balance es excelente. Esto nos da la flexibilidad de invertir en áreas donde contamos con puntos fuertes”, ha añadido.