Deutsche Bank ha confirmado este jueves, antes de Junta de Accionistas, un nuevo recorte masivo de empleos, el segundo entre tres años, dentro de una profunda reestructuración de divisiones de banca corporativa y de inversión. Son nuevas medidas de ajuste en un banco que hace aguas en todos sus frentes y que siguen a los últimos cambios en la cúpula directiva, en los que fue fulminado John Cryan, sustituido por Christian Sewing.

Se trata, en concreto, de un recorte de 7.000 empleos, para dejar la plantilla en “muy por debajo” de los 90.000, como explica el comunicado del primer banco germano. El último ajuste, en 2015, afectó a 9.000 empleos y fue puesto en marcha por Cryan, dentro de un repliegue también geográfico.

Christian Sewing dice que el banco está centrado en su “franquicia en Italia y España”, tras salir de Portugal y Polonia

El problema, de nuevo, es en qué medida puede afectar al negocio del Deutsche en España, que preside Antonio Rodríguez Pina. Hasta el cese de Cryan, como informó Hispanidad el compromiso con España es total, a pesar de la venta de Portugal, realizada por el interés de Abanca, empeñada en salir de su zona natural, el noroeste español, desde Galicia.

Cryan, ya cesado, confirmó en octubre pasado que renunciaba a vender Deutsche España. La entidad había probado antes vender su red comercial, no la banca de inversión, pero pedía demasiado y no encontró comprador. 

Ahora, el nuevo ceo, Christian Sewing, han dicho ante los accionistas, durante su intervención en la Junta General que “si bien decidimos retirarnos de Polonia y Portugal, nos estamos centrando en nuestra franquicia en Italia y España. En los dos países somos relevantes y excelentes, eso nos convierte en uno de los principales bancos extranjeros.

Ahora, el nuevo Ceo, Christian Sewing, asegura que seguirán defendiendo banca corporativa y de inversión, pero “concentrados en lo que realmente sabemos hacer bien”. Eso pasa, entre otras cosas, por dar la vuelta a esos negocios y mejorar la rentabilidad, algo difícil en una entidad con el perfil de riesgo de Deutsche Bank.

El objetivo es reducir en 1.000 millones anuales los costes operativos para ser más rentable, complicado con su nivel de riesgo

En el negocio de renta variable, va a prescindir del 25% de la plantilla, pensando más en soluciones electrónicas y en clientes de más peso. Y respecto a los activos en banca corporativa y de inversión, pretende reducirlos en unos 100.000 millones, con un recorte del 25% en el negocio de financiación con fondos de alto riesgo (quedarán en 50.000 millones).

Con esas medidas, calcula un ahorro de unos 1.000 millones para dejar los costes operativos en 22.000 millones en 2019, frente a los 23.000 millones previstos para este año. El impacto negativo, este año, será de unos 800 millones.