CIE Automotive ha ganado 189,7 millones netos hasta septiembre, un 20% más, que le dan un respiro en bolsa, por contraste con la jornada anterior, que le afectaron los resultados de Renault, con una mejora del 11% de las ventas (2.292,1 millones) y del 12% del Ebitda (404,2 millones).

Son buenos resultados -superan las expectativas de los analistas-, pero no despejan un problema de fondo, de más calado, que afecta a la evolución general de la industria del motor, bajista en Europa, y más en concreto, por los movimientos que está provocando el coche eléctrico, en el que China está tomando la delantera a Europa.

Preocupa sobre todo en Alemania -corazón europeo de la industria del automóvil-, pero se traslada con efecto dominó al resto de países. Ese motivo, de hecho, es una de las razones que esgrimen algunos analistas para entrever deslocalizaciones en el horizonte. Será la excusa utilizada, añaden, para una fuga de las multinacionales.

Supera el periodo mejor que Gestamp, también afectado por los nubarrones en el horizonte

Todo esto es, al margen de lo coyuntural, un punto flaco también para CIE, como fabricante de componentes que es, del mismo modo que para su rival Gestamp, que ha saldado el periodo enero-septiembre por debajo de las previsiones.

Los resultados de CIE, en cualquier caso, muestran una mejora del margen Ebitda de más de un punto en el último trimestre (del 16,3 al 16,7%), en línea con lo previsto en el plan estratégico, que prevé llegar al 18% en 2020. La deuda, mientras, crece un 13%, hasta 950 millones.

La razón está en su diversificación geográfica, en la que deberá abundar para blindarse de los nubarrones en el futuro. Mejora en todos los mercados donde opera, pero sobre todo Brasil (32,2%), India (23%) y China (25%), en los tres casos muy por encima de la media. No ocurre lo mismo en las áreas europea (2,9%) y Natfa (11%).