Para subsistir en un entorno hostil, un paraíso en otras condiciones, se necesita una mente fuerte -y si es vasca, mejor-. A continuación comprenderán por qué, pero, sobre todo, ganas de resistir las dificultades y ciertos recursos para desenvolverse en el terreno adverso. No se pierde el tiempo en discusiones vacuas, se pesca, se desolla,se busca leña y se pelea con las inclemencias para ganar la batalla.

Eso es lo que hacen en «El conquistador del Caribe», un programa de telerrealidad de aventura, emitido por la cadena ETB2 de Euskal Telebista. En su primera edición, el programa se llamó «El conquistador del fin del mundo», pues el objetivo de los concursantes (vascos o de ascendencia vasca pero siempre anónimos) era llevar la ikurriña al Faro Les Éclaireurs en la Bahía de Ushuaia (Patagonia argentina).

Galardonado en 2008 como el mejor programa de entretenimiento de una cadena autonómica por la Academia de la Televisión Española, en otras ediciones, los supervivientes debieron resistir las calamidades de la selva misionera y las cataratas del Iguazú (Brasil) o la del Amazonas (Colombia). Un reality tan extremo que los concursantes han llegado incluso a subir el Aconcagua... Seguro que a la edición de este año no se apuntan ni Ortúzar ni Urkullu

Desde hace tres años, el formato cambió de nombre y pasó a llamarse «El conquistador del Caribe», después de que se modificase el escenario donde los concursantes debían subsistir, que pasó a ser Región Caribe, en Colombia. 

Si en el «Supervivientes» de Mediaset es tradición la prueba de apnea, en este reality vasco lo es la de morder trozos de un ternero muerto para conseguir carne.

El formato, mucho más duro que el «Supervivientes» de Telecinco, no ha estado exento de polémicas. Varios colectivos de los derechos de los animales denunciaron que en el programa de telerrealidad vasco se fomentaran pruebas donde los concursantes debían intercambiar o matar diferentes animales, como gallinas o ranas, pero también que se permitiese la crueldad contra estos, toda vez en una ocasión engordaron a un pavo hasta provocarle vómitos, lo que desató risas en los concursantes.

En este sentido, el programa ha recibido denuncias por matar a especies protegidas, como una serpiente inofensiva con la calificación de «vulnerable» por la legislación argentina, además de otros animales.