Todos estamos tremendamente desilusionados ante la actitud de nuestro querido presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Para celebrar el Día del Orgullo Gay, el presidente del Gobierno se ha convertido en la portada de la revista homosexual Zero, que nos presenta un rostro presidencial ansioso de paz, bajo el título Un país mejor.

Zapatero no ha tenido tiempo para recibir al Foro de la Familia, que ha convocado a un millón de personas, pero sí ha hecho un hueco en su apretada agenda para posar en Zero (unas posan en Vogue y otros en Zero : lo importante es posar). Hasta ahí todo bien. Hay que estar con las fuerzas progresistas, con la vanguardia del cambio, rodeados como estamos de cavernícolas. Ahora bien, seamos sinceros: el Presidente del Gobierno no se ha comprometido a fondo. Ya saben, es el viejo dicho sobre los huevos con chorizo, un sabroso plato donde la gallina se solidariza, pero sólo el cerdo se compromete de verdad. Por eso, querido Presidente, lo suyo hubiera sido que, siguiendo la tradición de este foco de pensamiento que es Zero, tu aparición estelar hubiera sido en cueros, en porretas, en pelota picada. Además, considerando la extraordinaria rotación de las parejas gays (lo cual demuestra su elevado grado de libertad sexual) es muy posible, querido Presidente, que te hubiera salido un novio o, quién sabe, todo un harén, demostrando así que tu talante es tanto por detrás como por delante.

En cualquier caso, la aparición del señor presidente en Zero vuelve a demostrar, con argumentos fehacientes, evidentes, palpables y flagrantes, que es preferible el malo al tonto, porque el malo descansa, mientras que nuestro insigne Presidente, no descansa nunca jamás.

Eulogio López