El primer ministro británico autoriza el uso de cañones de agua contra los disturbios y saqueos

La típica imagen del bobbie inglés, parece que desparecerá, al menos por el momento, de las calles inglesas, para hacer frente al vandalismo que están viviendo algunos barrios de determinadas ciudades británicas.

David Cameron ha autorizado que la policía utilice cañones de agua y pistolas de balas de goma para hacer frente a los saqueos y el pillaje que se está viviendo en Londres, Birmingham o Manchester, por lo que se empleará una medida que actualmente sólo se podía emplear en las calles de Irlanda del Norte.

El primer ministro británico, ha diseccionado este miércoles la situación que se está viviendo en su país y ha hablado de que "algo en nuestra sociedad está enfermo", para hablar con autocrítica de que "algo se ha hecho mal en nuestra sociedad cuando niños están saqueando e hiriendo a gente para robarle". Y ese diagnóstico es acertado, aunque lo importante ahora es saber qué se le va a dar al enfermo para que se recupere o si simplemente se le dejará morir lentamente.

Lo que está claro es que por ahora parece que habrá mano dura. Para ello, ha autorizado "se dispongan de todos los medios que necesiten los agentes y se autorice cualquier táctica que la policía vea para devolver la legalidad a las calles".

Mientras tanto, los dueños de los pequeños negocios siguen temblando ante una posible noche de más enfrentamientos. Pero para estos gamberros, parece que eso no importa. Total, son jóvenes y no pueden hacerles nada.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com