No soy yo, sino mi tocayo, el ancestro cordobés que llena la historia de España durante el siglo IX, bajo dominación musulmana. Por cierto, los restos de San Eulogio (el que habla bien o piensa bien, dos cualidades que sólo conozco de vista) no están en Córdoba sino en la catedral de Oviedo.

Mártir del Islam porque se enfrentó a la dinastía de los Abderramanes, que llegó a ser la más hermosa del mundo, Eulogio de Córdoba resulta de plena actualidad 12 siglos después. Compruébenlo. Fue apresado por ocultar en su casa a una conversa del Islam y en el tribunal se enfrento al Cadí, criticando el Islam y aprovechando para hablar de Cristo. ¿Acaso no era un intelectual Pero, eso sí, un intelectual coherente y valiente. Le azotaron, ejecutaron y tiraron al río, los jefes del ilustrado califato cordobés.

Sólo por esa doble condición -coherente y valiente- ya resulta Eulogio de sorprendente actualidad. Más aún si consideramos a qué tiranía islámica se enfrentó este cristiano. El estudio sobre sus obras completas, realizado por Pedro Herrera para Akal, define la sociedad en la que le tocó a vivir, tan alabada por los progres. La Córdoba del siglo IX, que se preparaba para regir el mundo desde la península, estaba marcada por las siguientes imposiciones: gueto ciudadano para los cristianos, impuestos especiales para los no musulmanes, prohibición de un cristiano para matrimoniar con una musulmana, así como la prohibición expresa de evangelizar (en la práctica, decirse cristiano), que se castigaba con la muerte. También la apostasía y cualquier injuria -y mira que es fácil inventarse una injuria- contra el Islam eran motivo de ejecución inmediata. Lo de Asia Bibi, para entendernos.

Vamos, muy parecido a la Arabia Saudí de hoy, el gran aliado de Occidente en el mundo árabe.

La Córdoba del siglo IX no se diferenciaba mucho del mundo islámico en el siglo XXI. La diferencia está en el coraje de los cristianos para defender a Cristo. Hoy, para nuestros progres, San Eulogio sería un fundamentalista católico.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com