Crisis de las radiales. Ya se lo habíamos anticipado en Hispanidad. Entre el defensor de la banca, el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, le han doblado el pulso a la ministra Ana Pastor… que es la que tenía toda la razón.

No quería la ministra socializar pérdidas privadas y se negaba a poner un euro público para bancos, constructoras y concesionarias. Si les salió mal el negocio el Estado no tiene por qué estar detrás.

Y no fueron constructores y concesionarios -que son los mismos o parecidos- quienes han convencido al Gobierno de que achique su bolsillo. No, ha sido la banca, poderoso sector, quien ha impuesto "la sensatez", o sea ha impusto que, entre todos, paguemos los errores de constructores y de banqueros financiadores.



El PP, como el PSOE antaño, ha vuelto a ceder ante los poderes económicos. Y, en el entretanto, la ministra Pastor ha vuelto a perder crédito político. En este caso, de forma injusta.

Porque, con su pérdida, perdemos todos: seguimos en el triste esquema de que si el negocio marcha bien yo he triunfado; si marcha mal, todos hemos fracasado. Lo que había que hacer hecho con las radiales era liquidarlas y revenderlas al mejor postor. Y que constructoras, concesionarias y bancos financiadores cubrieran las pérdidas… de su mala gestión.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com