Así de claro lo ha dicho el presidente de Metrovacesa, Joaquín Rivero, en rueda de prensa organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica en el mediodía de este lunes. Si la familia Sanahuja pretende hacer una mejora, tendrá que mejorar el precio y el porcentaje y deberá de hacerlo sobre el 100%, un escenario considerado como imposible, ya que Rivero evalúa la operación en 14.000 millones de euros, inviable para una compañía familiar.

Si es en cambio un escenario posible que por efectos del prorrateo, el accionista decida repartirse entre la OPA de los Sanahuja y la contraopa de Rivero. En tal caso, Rivero se muestra tranquilo, porque los Sanahuja no tendrán el control. Que se queden con un 30%, nos parece muy bien, afirma Juan Bautista Soler.

Por otra parte, el objetivo de la contraopa es diluir el capital tratando de que ningún accionista tenga más del 10%. El mismo Rivero vendería las acciones o se realizaría una OPV. Todavía no está decidido, explica Rivero. De esta forma, se financiaría una operación que ha exigido un préstamo de 2.117.173,280 euros prestados por RBS (España), Natexis Banque Popular con garantía de Morgan Stanley y Banco Pastor. Por supuesto, el préstamo ha exigido la pignoración de las acciones de Rivero y Soler y se ha realizado a través de las sociedades Auteco Gestión y Promoción de Marcas, SL (Rivero) y Más Import, SL (Soler).

En todo caso, la venta de las nuevas acciones de Rivero y Soler nunca se hará antes de que cambie la ley de opas que obliga a lanzar una OPA sobre la totalidad cuando se supere el 30 o 33% del capital. O sea: no se dejará el control gratis a la familia Sanahuja, aunque a Rivero no parece importarle que controle el 30%. ¿Por qué? Porque Rivero está convencido de que no hay nadie detrás ni legal ni ilegalmente. Pincha así las especulaciones sobre una eventual operación subterránea de La Caixa o de la existencia de parkings financieros. Lo he leído, pero la verdad no tengo información, señala Rivero. Son rumores, añade Soler.