El Tesoro Público presume de haber conseguido colocar su última emisión de bonos a cinco años, a pesar de la rebaja de la calificación de la deuda española por parte de Standard and Poors. Claro que el inconveniente no era colocarla, sino a qué precio. Los bonos españoles se pagan ya a 0,738 puntos más que en su última emisión. En otras palabras, España tiene que pagar más intereses a quienes compren su deuda, concretamente un 3,580% frente al 2,842% fijado en el mes de marzo, el tipo más alto desde 2008.
Tras la celebración de la subasta, la prima de riesgo de la deuda española frente al bono alemán repuntaba desde los 138 puntos básicos a los 145 puntos básicos, la mayor desde la implantación del euro.
A mediodía del jueves, el BCE decidió mantener el precio oficial del dinero en el 1%. Afortunadamente, dado que a España una subida de tipos le perjudicaría mucho en estos momentos.
