Sr. Director:
No tengo adscripción política alguna y personalmente no tengo nada en contra ni a favor del juez Garzón, pero hay cosas en sus actuaciones que no entiendo.

 

Como el que quisiera procesar a Pinochet y no a Fidel Castro; y que tampoco aceptara investigar la responsabilidad de Carrillo en las matanzas de Paracuellos por considerar que lo impedía la ley de amnistía y en cambio pretenda juzgar los crímenes del franquismo.

¿Es que no rige la misma ley para los delitos de las izquierdas y las derechas? Tampoco entiendo que los sindicatos no se movilicen por el paro y si lo hagan para apoyar al juez Garzón; y mucho menos aún el que algunos artistas y cineastas pretendan ser expertos en derecho y en moral para decirnos a los demás ciudadanos lo que está bien y lo que está mal.

Si estamos en un Estado de derecho, importa muy poco quien presente las querellas, sea la falange o Perico el de los Palotes; dejemos que la Justicia actúe sin intentar coaccionar a los jueces y aceptemos sus fallos aunque no nos gusten. Eso es ser demócratas. Lo contrario también tiene nombre: se llama sectarismo.

Federico Gómez Pardo