Lo de pelillos a la mar no era más que marketing. Estados Unidos no iba a permitir que la retirada española de las tropas de Iraq saliera gratis. Así que el embajador norteamericano, Eduardo Aguirre, advierte del riesgo de que el capital norteamericano se fugue ante la merma de seguridad jurídica. Ahí duele. Especialmente en el sector automovilístico, que supone un porcentaje muy elevado del empleo y muy superior de la recaudación. Las patadas en las espinillas gratis, salen muy caras.

¿A qué viene ahora que una fundación ligada al PSOE proponga revisar el convenio entre España y Estados Unidos? ¿Resulta razonable que precisamente ahora Moratinos haga referencia al tratado internacional contra las torturas?

Por supuesto, el Gobierno español es soberano y marca la pauta. Pero España necesita del capital estadounidense como el comer. Y los guiños políticos son importantes. De momento, no los ha habido. Y la alerta de Aguirre es toda una advertencia. Eso, como respuesta al órdago de Westendorp: Es Zapatero quien debe mover ficha. Ya tenemos la ficha encima de la mesa. ¿Y ahora? Un poco de seriedad, por favor. ¡Ah! Y los experimentos, con gaseosa, please .