Mientras el presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, mete prisa, la situación de España se agrava. Además, de los 45.000 millones que perdería nuestra economía, por el efecto estadístico podrían llegar a perderse 3.200 millones de euros adicionales. La razón estriba en que para el cálculo de la renta de las regiones, se toma la media de los tres últimos años.

Ahora el corte está en el 2002, pero en breve podría ser el 2003. De esa forma, entraría en estadística el 2003 (bueno) y saldría el 2000 (peor). El resultado es que la renta mejoraría en términos relativos y Galicia y Castilla la Mancha podrían dejar de percibir esos fondos comunitarios. En el caso de Galicia, esos fondos equivalen a 2.000 millones de euros, y 1.200 para el caso de Castilla la Mancha.

Y mientras tanto, el gobierno sigue paseando sus teóricas de "acercamiento a Europa" sin que el presidente del gobierno haya asumido la batuta de las negociaciones. El documento español en el que se muestra la queja por que España sea el paganini de la ampliación al Este tampoco ha sido esgrimido. Y quizás, la presidencia británica no sea el mejor momento para concluir las negociaciones según los intereses españoles.