Parece que Blackstone, primer fondo del mundo en infraestructuras, empieza a recuperarse. Tras varios trimestres en los que, pese a estar en números negros, reducía una y otra vez el beneficio, en este primer trimestre de 2024 ha conseguido multiplicarlo por diez, alcanzando los 847,4 millones de dólares (795,8 millones de euros).

Sube el beneficio y suben los ingresos, un 166,9%: así la facturación de Blackstone de enero a marzo de 2024 fue de 3.688 millones de dólares (3.464 millones de euros). Por su lado, las comisiones por gestión y asesoramiento brindaron 1.727 millones de dólares (1.622 millones de euros), un 4% más, y por otro, los rendimientos de inversiones, arrojaron este trimestre un impacto positivo de 1.098 millones de dólares (1.031 millones de euros). Los principales de inversión generaron 540,2 millones de dólares (507,3 millones de euros) frente a pérdidas por 383,4 millones de dólares (360,1 millones de euros). Por último, los ingresos varios y por intereses y dividendos crecieron un 0,9%, llegando a los 142,7 millones de dólares (134 millones de euros).

Por el lado de los costes, entre los que se incluyen las remuneraciones a los empleados o los costes generales y administrativos, entre otros, también repuntaron hasta los 1.790 millones de dólares (1.681 millones de euros), un 50,5% más.

Según se desprende de las cuentas, Blackstone mantiene una cifra de "pólvora seca" de 191.200 millones de dólares (179.566 millones de euros) lista para ser invertida, el fondo no ha aclarado dónde podría invertir esa cifra. Aunque debemos recordar que hace apenas dos meses, cuando se publicaron sus resultados del 2023, Fernando Bautista, Managing Director de Blackstone, durante un encuentro organizado por IESE, Tinsa y Savills, aseguraba que la compañía apostaría por España: "Nos creemos España, tenemos una gran exposición en el país, ya que un 3% del volumen de activos en gestión de nuestra cartera está aquí y seguiremos invirtiendo y creciendo". 

Importantes declaraciones, puesto que la gestora de fondos con un negocio diversificado (inmobiliario, capital riesgo, fondos de crédito y deuda, y fondos de inversión alternativa) aterrizó en 2003 en España, donde se hizo con la conservera murciana Miguel Vivancos (Mivisa). Diez años después, Blackstone decidió poner el foco en el mercado inmobiliario de nuestro país, donde ha protagonizado varias operaciones, entre ellas: compró Hispania, los activos logísticos de Lar España, la sede del Grupo Planeta, una de sus socimis (Fidere) adquirió 5.315 inmuebles a la Empresa Municipal de Vivienda y suelo (EMVS) del Ayuntamiento de Madrid siendo Ana Botella alcaldesa y generando una gran crítica contra los fondos buitre, y también se ha hecho con parte de las carteras inmobiliarias de distintos bancos.

Stephen Schwarzman, presidente y consejero delegado de la firma, sigue mostrándose positivo y afirma que "Blackstone ha presentado unos sólidos resultados en el primer trimestre donde destacan la aceleración de nuestros negocios de crédito privado y patrimonio privado. Observamos un entorno de transacciones cada vez más vigoroso y oportunidades interesantes para desplegar capital".

"Estamos bien posicionados para sortear el cambiante entorno actual del mercado, con una cartera concentrada en sectores atractivos y casi 200.000 millones de dólares de capital disponible para invertir", ha añadido.