Carlos Villegas, ministro de Planificación de Bolivia, ha señalado, en la SER, que en enero, cuando viajamos con el presidente Morales a España, explicamos al gobierno, a las autoridades de Repsol y a los empresarios que íbamos a nacionalizar y que iba a haber un cambio en las reglas del juego. La emisión del decreto supremo el 1 de mayo no tiene que ser novedad para nadie, sabían todos que el gobierno boliviano iba a tomar una decisión de esta naturaleza.

 

Villegas ha indicado también que su gobierno no tiene la intención de alterar las relaciones bilaterales con España. Lo que sí quisiéramos es explicar a España y recordar que entiendan que la nacionalización de los hidrocarburos tenía que llegar a Bolivia, los conflictos internos y sociales y la crisis económica de Bolivia eran por la no nacionalización.

 

Para ejecutar la nacionalización, el gobierno boliviano ha realizado un cálculo, según ha explicado Villegas: Para dividir el 82% a favor del estado y el 18% para las empresas, el gobierno boliviano hizo un estudio económico previo: y en esa distribución vimos que con el 18% las empresas recuperarían costes de inversión y obtendrían una ganancia del 20% que es bastante aceptable, si la comparamos con el mundo petrolero vigente.

 

El ministro de Planificación boliviano ha concluido que su país, en el marco de su estrategia de desarrollo, ha decidido que hay dos áreas estratégicas donde el estado tiene que participar: hidrocarburos, y minería, que dependerán del parlamento nacional; y para todas las otras inversiones y sectores donde están empresas nacionales y extranjeras se da plena seguridad jurídica, no habrá cambios de ninguna naturaleza para las empresas españolas de electricidad o explosivos o de otras actividades, se les da plena garantía.