"Me enorgulleció firmar hoy una legislación para garantizar que los agentes del orden puedan servir a nuestras comunidades sin preocuparse por el acoso de los activistas antipoliciales. Continuaremos tomando medidas para garantizar que Florida siga siendo el estado más amigable del país para los agentes del orden". Con estas palabras celebraba el Gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, una nueva ley que le permitirá seguir reduciendo la criminalidad en su estado. 

Y es que, según ha confirmado el propio DeSantis, gracias a sus medidas "En general, la delincuencia [en Florida] ha descendido casi un 10% interanual. Los asesinatos han bajado un 14%, los robos un 15% y los atracos un 17%".

En concreto ha firmado los proyectos de ley del Senado 184 (SB 184) y de la Cámara de Representantes 601 (HB 601). La SB 184 prohíbe el acoso a agentes de policía mientras están de servicio, realizando activamente su trabajo: "Esta ley se aplica a cualquier persona que haya recibido una advertencia verbal de no acercarse a un oficial y que se acerque con la intención de interferir con sus deberes oficiales, amenazar con daño físico o acosar al oficial". Aquellos que violen la ley serán acusados ​​de un delito menor de segundo grado.

El Proyecto de Ley 601 impide que los activistas antipoliciales lleven a cabo investigaciones extrajudiciales contra las fuerzas del orden, además codifica la creación de juntas de supervisión civil. Según la ley, estas juntas deben estar dirigidas por un alguacil del condado o el jefe de policía y estarán compuestas por de tres a siete miembros designados por el alguacil o el jefe de policía, y al menos un miembro será un agente de la ley retirado.

Esto "garantiza que las acusaciones de mala conducta serán investigadas por personas debidamente capacitadas y equipadas para manejar dichas investigaciones, como los Departamentos de Asuntos Internos o la Comisión de Capacitación y Normas de Justicia Penal". Además, se contemplan subidas salariales para los agentes y alguaciles del condado. 

Situación y medidas que contrastan con lo que se vive en el día a día de muchos estados demócratas, donde la delincuencia, el crimen y las drogas son lo habitual en las calles. 

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