Para los franceses, que están en Reino Unido, la absorción de Scottish Power hace más atractiva a la española. La clave de la operación sería el 12% de ACS. Florentino Pérez le tiene ganas a Galán y ya ha consolidado Fenosa en la constructora. Por cierto, a Repsol YPF tampoco le disgusta Iberdrola. El interés de la pública francesa forma parte del reparto del mercado energético europeo entre Alemania (E.ON y RWE), Francia (EDF y Suez) y ENEL. El gran error español: no haber fusionado Endesa e Iberdrola (Rato). Algo que todavía se podría hacer

La francesa pública EDF ha puesto en su punto de mira a la española Iberdrola, que el miércoles celebrará Junta de Accionistas, la Junta de Scottish. Pues bien, EDF, ya presente en el Reino Unido, se puede convertir en el segundo operador británico si absorbiera a Iberdrola. Y por cierto, cuando la española haya absorbido a la escocesa, ya se sabrá quién forma el nuevo Gobierno de Francia. Recordemos: EDF vale 109.000 millones de dólares, frente a los casi 50.000 millones de euros que sumarán Iberdrola y Scottish.

Y la clave va a ser el 12,3% de Iberdrola que obra en manos de la constructora ACS. ¿Sería capaz Florentino Pérez de traicionar a Ignacio Galán? Más que probable. Aunque de forma no muy ecuánime, en ACS cuentan la historia de esta forma: Galán nos llamó para que le defendiéramos de una posible agresión, entre otros, de EDF, pero también de Repsol YPF. Una vez dentro se lanzó a por Scottish para diluir nuestra participación y encima ha saboteado la fusión con Fenosa. "El jueves nosotros votaremos por la ampliación de Scottish, pero no nos sentimos a gusto con Galán". Total, que sí que podrían venderle su 12,3% al francés. Todo muy patriótico.

Recordemos que, dado cómo evoluciona la situación en Endesa, abocada a ser troceada entre alemanes e italianos, Iberdrola se ha convertido en la gran apuesta energética española (¿la única que queda?). Pues bien, hay otra empresa que sueña con hacerse con Iberdrola: Repsol YPF. En su día, Gas Natural lanzó una OPA sobre Iberdrola, pero ahora no sería la filial, sino la principal, quien atacaría la empresa con sede en Bilbao, para crear una energética integral española.

Estos movimientos forman parte del reparto del mercado energético europeo que pretenden alemanes (E.ON y RWE), franceses (EDF y Suez) e italianos (ENEL) al que nos referíamos en nuestra pasada edición. Por cierto todas esas empresas son producto de fusiones más o menos dirigidas desde el Gobierno, realizadas en el seno de cada país par lograr gigantes que pudieran competir en el estadio paneuropeo. En España también se dio esa posibilidad: la de Iñigo Oriol y Rodolfo Martín Villa, la de Endesa e Iberdrola… sólo que Rodrigo Rato, más liberal que nadie, se encargó de destruirla. Todavía hoy es posible reanudar el proyecto. O eso, o a la batalla de Endesa seguirá la batalla por Iberdrola.