Sr. Director:

En esta balada todo es verdad y le felicito por su lucidez. Sólo añadiría un pequeño detalle. Hace muchos años que vengo pensando y diciendo que desde el mismo instante en que los políticos y la sociedad autorizaron el crimen de los seres humanos no nacidos, todas las demás barbaridades estarían permitidas. ¿Quién le dice a un joven que no maltrate a sus mayores o a sus compañeros, si ve que a una futura madre le está permitido matar a su propio hijo?

Es imposible educar en unos valores que no sabemos defender. Por desgracia nadie puede extrañarse de que un hijo mate a su padre porque le estorba, puesto que unos padres sí pueden legalmente, por varios motivos, todos ellos injustificables, acabar con la incipiente vida de su hijo.

María del Carmen Antoja Giralt

carmen@antoja.net