Acelerón en la negociación sobre el Estatut catalán. El president Pasqual Maragall anunció recientemente que el Estatut estaría terminado "y presumiblemente aprobado" este verano. Con estas prisas, CiU ha presentado sus propuestas que incluyen el concepto de Cataluña como "nación con derecho a decidir". O sea, autodeterminación con relación bilateral entre España y Cataluña incluida.

La estrategia de CiU es tensar la cuerda nacionalista para que Maragall lleve a Madrid un Estatut que resulte inaceptable para el gobierno nacional y los convergentes puedan decir: "En el fondo el PSC es Madrid, aquí los únicos nacionalistas somos nosotros". ERC se apunta a la misma estrategia de tensión y Maragall se deja hacer. De momento. Ya veremos qué ocurre cuando los trenes choquen.

CiU propone también el derecho y el deber de conocer las dos lenguas oficiales en la comunidad. Una propuesta que goza del respaldo unánime de todas las fuerzas políticas y la "reserva" del PP de Piqué, que sin embargo se ha embarcado con entusiasmo indescriptible en la reforma del Estatut. Además, los convergentes también proponen la preeminencia de la cuatribarrada sobre la enseña nacional y la Ley de capitalidad para Barcelona. La carrera es de fondo y la estrategia generalizada es lanzar la tensión fuera. Apasionante duelo. Veremos.