Sr. Director:

En unos momentos en los que la situación de algunos países es penosa, el Banco Central Europeo (BCE) se ha mantenido al margen de los ataques contra la deuda de algunos de estos países (España e Italia).

 

Su decisión de no activar el programa de compra de bonos soberanos no se sostiene cuando se trata de gobiernos que, como el español, están aplicando una intensa y exigente política reformista y de austeridad.

En su día el socorro del BCE no podía ser una excusa para no acometer los ajustes, pero, una vez hechos, su pasividad es una irresponsabilidad porque al debilitar al país en cuestión lo hace también con la euro zona.

Domingo Martínez Madrid