Lo que me asombra no es que el gobierno nos diga a qué temperatura debemos vivir... y con exigente rigor: entre 17 y 25 grados, probablemente 25. Lo que me asombra es que no haya un estallido social de rebelión contra un gobierno que te ordena lo que debes comer, cómo debes vestir, lo que tienes derecho a saber y, ahora, a qué temperatura debes vivir. 

Encima, si no cumples sus órdenes eres un insolidario y serás castigado con penas de multa... por el momento. 

Multas

A saber: ¿nos hemos vuelto todos gilipollas o sufrimos de enajenación transitoria? Porque claro, que el Gobierno aún no se haya derrumbado en la encuestas o que la oposición, de izquierdas y de derechas, no haya organizado manifestaciones para pedir la cabeza de Sánchez tras forzar a una sociedad pastueña a vivir a la temperatura que dicte La Moncloa, no dice nada malo del Gobierno ni de la oposición: lo dice de nosotros mismos. 

Como graciosa concesión, nos permitirán que en bares y restaurantes podremos estar a 25 grados en lugar de a 27. ¿Y si quiero estar a -10? ¿Acaso nos hemos vuelto gilipollas?

Y encima, la oposición corre a contarnos que no están de acuerdo pero cumplirán la ley porque ellos están dentro del Estado de Derecho. Oiga, las leyes injustas no hay que cumplirlas. Si mañana el BOE asegura que yo debo ser eliminado, lo siento muchísimo, pero no obedeceré: es más, me defenderé. Si es caso, a tiro limpio. Vamos que incumpliré la ley y me rebelaré contra el Estado de Derecho en defensa de mi vida.

Llevamos demasiado tiempo permitiendo lo inadmisible a demasiados gobiernos simplemente porque se autotitulan progresistas y tenemos miedo a resultar carcas. Pues bien, insisto: no se obedecen las leyes injustas, las leyes idiotas, tampoco. ¿Que no hay acuerdo sobre qué es injusto o lo que es idiota? Claro, ha sucedido así desde que el mundo es mundo. Por eso la discrepancia moral ha constituido, desde la existencia misma de la civilización, el mundo es mundo, pero ese ha sido siempre el problema de la alta política, gaya ciencia hoy convertida por ególatras mediocres en estercolero intelectual. Lo injusto, así como lo idiota, continúan existiendo, independientemente de que haya o no haya consenso al respecto. 

Recuerden: producir más energía es mejor que consumir menos energía

En resumen, esta es una ley injusta e idiotas: hagamos todo lo posible por incumplirla y por violarla, que es nuestra libertad la que está en juego. Y recordemos a la picardía para incumplirla: por ejemplo al del Gobierno de Madrid, porque como, encima, el Sanchismo es muy chapuzas. asegura que si se cumple la norma durante 10 segundos, ya se ha cumplido para todo el día. Este es el camino: contra injusticia, valentía e inteligencia.

En cualquier caso, yendo al huevo de la cuestión -en esta ocasión es más importante el fuero-, recuerden que producir más energía es mejor que consumir menos energía.