Este miércoles se ha presentado en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid el libro '¿Existe el derecho a decidir Preguntas y respuestas sobre el proceso abierto en Cataluña', que está escrito por diversos autores y ofrece una visión exhaustiva sobre la consulta convocada en esta región. Un tema de candente actualidad.
En este acto ha intervenido el jurista Antonio Garrigues, que ha prologado la obra, y ha afirmado que en este tema "no ha habido diálogo". Pero no sólo eso, sino que cree que hay que respetar el clima emocional, "no manipularlo ni incentivarlo". Como otro de los intervinientes, el abogado Eduard Sagarra, había aludido a que una cosa es decir que se quiere a Cataluña y otra que esta se sienta querida, Garrigues ha respondido que "puede que los españoles tampoco nos sintamos queridos por Cataluña". Aunque "nos necesitamos y complementamos de una manera perfecta", ha recalcado.
Respecto al derecho a decidir, Garrigues considera que "todo es negociable y se debe hacer en público", criticando así los encuentros de los políticos a puerta cerrada sobre este tema. Sonia Gumpert, decana del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, ha señalado que desde la Abogacía esperan que los responsables políticos "sean capaces de entenderse", pero también ha subrayado que "ni las leyes son una piedra inamovible contra la que se estrella cualquier anhelo de cambio ni la Constitución fue un pacto tan fácil de lograr que se pueda cambiar sin debate". Mientras, Esther Giménez-Salinas, catedrática de Derecho Penal de la Facultad de Derecho ESADE-URL, espera que alguna cosa pueda cambiar.
Por su parte, el jurista y politólogo Joan Ridao ha afirmado que "el derecho a decidir no es un eufemismo para enmascarar la independencia". Un supuesto que, en el caso de producirse, haría que se diese la paradoja de que los catalanes seguirían siendo españoles y ciudadanos de la Unión Europea, según Sagarra.
El editor de esta obra, Antoni Comas, ha señalado a Hispanidad que con el sucedáneo de consulta que se prepara el 9-N hay que tener "tolerancia", pues el derecho a decidir es "como el agua de un río, busca su cauce". "Es bueno que la gente se pueda expresar porque si no el tema se puede enquistar", ha añadido, aunque "el momento es delicado".
Cristina Martín
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