• Monseñor Miguel Patiño dijo que "el pueblo está exigiendo al Gobierno que primero agarren y desarmen al crimen organizado".
  • La Policía Federal se hace con el control de veinte alcaldías de Michoacán.
  • Los grupos de autodefensa entregan a los ciudadanos las tierras del crimen organizado. 
En México, en el Estado de Michoacán, la Policía Federal ha asumido el control de una veintena de alcaldías y confía en dominar toda la zona de Tierra Caliente -formada por un total de 27 municipios- durante este viernes, según ha avanzado el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido, informa 'El Universal'.

Michoacán es un territorio que se encuentra en disputa entre el cártel de Los Caballeros Templarios (organización criminal dedicada, principalmente, al narcotráfico) y las denominadas 'autodefensas' ( civiles armados organizados que, desde inicios de 2013, buscan hacer frente al crimen organizado por cuenta propia, ante la ineficacia gubernamental).

Los grupos de autodefensa han empezado a entregar esta semana a los habitantes de varios municipios del Estado mexicano de Michoacán las tierras que les habían sido arrebatadas por Los Caballeros Templarios.

Pero, aunque el pasado miércoles las fuerzas federales detuvieron en el Estado de Michoacán a un presunto líder del cártel de Los Caballeros Templarios, Joaquín Negrete, alias 'El Allegretti', en una ofensiva contra esta organización que permanece abierta, no todo lo que está ocurriendo allí está claro.

Porque el obispo de Apatzingán (Michoacán), Mons. Miguel Patiño Velázquez (en la imagen), se refirió a la reciente quema de una farmacia en Apatzingán por parte del cártel de 'Los Caballeros Templarios' y la muerte de tres civiles a manos del ejército, lo que ha generado gran "indignación a nuestro pueblo".

El obispo denunció que "en lugar de buscar a los criminales que dañan a la comunidad, el ejército mexicano, por órdenes superiores, fue a desarmar a las autodefensas de Nueva Italia y Antúnez agrediendo a la gente indefensa con el resultado de tres hombres muertos". Mons. Patiño dijo asimismo que "el pueblo está exigiendo al Gobierno que primero agarren y desarmen al crimen organizado. El ejército y el Gobierno han caído en el descrédito porque en lugar de perseguir a los criminales han agredido a las personas que se defienden de ellos. ¿No han comprendido que nos encontramos en un 'Estado de necesidad'", publicaba Zenit. 

Vienen al caso estas palabras del Papa Francisco: "Pensemos en las religiosas que viven en hospitales: viven en las fronteras. Yo mismo estoy vivo gracias a ellas. Con ocasión de mi problema de pulmón en el hospital, el médico me prescribió penicilina y estreptomicina en cierta dosis.

La hermana que estaba de guardia la triplicó porque tenía ojo clínico, sabía lo que había que hacer porque estaba con los enfermos todo el día. El médico, que verdaderamente era un buen médico, vivía en su laboratorio, la hermana vivía en la frontera y dialogaba con la frontera todos los días. Domesticar las fronteras significa limitarse a hablar desde una posición de lejanía, encerrase en los laboratorios, que son cosas útiles. Pero la reflexión, para nosotros, debe partir de la experiencia".

El obispo mexicano es el que está 'en la frontera', en el lugar desde donde pueden juzgar con mayor razón.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com