La corrupción es mala por sí misma, desde luego, y debe ser perseguida. Ahora bien, si lo que se busca no es justicia, sino venganza, la lucha contra la corrupción puede tener un efecto boomerang.

Ejemplos. 1. El Rey Felipe VI prohíbe que sus familiares cobren del Estado (salvo los seis miembros de la Familia Real), al tiempo que prohíbe a esos familiares tener negocios de cualquier tipo. ¿En qué quedamos Si no cobran en tanto que familia del Rey y, al mismo tiempo, no pueden trabajar fuera, ¿de qué van a vivir Esto es como cuando los bancos exprimen al deudor hasta límites imposibles: lo más probable es que ni puede revivir ni pueda pagar su deuda. No hay nada como acorralar al deudor para que se produzcan dos fracasos: que no pague y que se vea obligado a robar. Los argentinos saben mucho de eso.

2. Jordi Pujol ha decepcionado a todos: tenía su dinero en un paraíso fiscal. Decíamos ayer que el delito fiscal no puede ser el pecado más nefando de una persona o de una sociedad. Si así fuera, es que el concepto de moral de esa sociedad está un pelín enfermo.

El evasor es un señor que se ha quedado con un dinero que no es suyo. Por tanto, hay que darle donde más le duele, 'do más pecado había': que pague lo que eludió y con intereses de demora y sanciones correspondientes. Que se rasque el bolsillo hasta el final. Ahora bien, cuando oigo, por ejemplo al conseller trepa Santi Vila, referirse al estilo 'moralizante' de Pujol siendo presidente de la Generalitat, no acabo de comprender. ¿Que le fastidia a Vila ¿Que Pujol sea un defraudador o que diera lecciones de moral Porque esas lecciones yo creo que siempre hay que darlas y luego, claro, ser coherente con ellas, por aquello de que el mejor predicador es 'Fray Ejemplo'. Pero Vila no critica la incoherencia, critica la moral.

Si lo que se busca es venganza y no justicia, la corrupción continuará y florecerán todo tipo de aprovechados. Y lo que es peor, caeremos en el puritanismo
3. Idem para el 'caso Messi'. Si el interior del Barça y su padre se han comprometido a pagar todo lo que deben al Fisco, ¿por qué sentarle en el banquillo Estamos ante una elusión fiscal. Pues bien, que no eludan más y que paguen más de lo que eludieron. Cuidado con el puritanismo.

4. Jaume Matas, ex ministro del PP. Satisfacción íntima por su entrada en la cárcel, condenado por tráfico de influencias. No digo que sea justo o injusto, no conozco lo suficiente el caso para una conclusión de ese tipo. Ahora bien, siempre he sospechado que ese delito del tráfico de influencias resulta, cuando menos, peligroso. Tráfico de influencias hacemos todos, y cuando se trata de conseguir algo para un próximo lo solemos llamar recomendación o favoritismo. Ambas cosas no resultan muy edificantes, ciertamente, pero cuidado... no caigamos en el puritanismo, que es el reverso de la corrupción, sólo que mucho más cruel.

Porque, si de la mano del puritanismo, sólo buscamos venganza y no justicia, mucho me temo que seguiremos en el cainismo habitual de Gürtel del PP contra EREs del PSOE, al grito del "Y tú más".

5. Juan Cotino. Y así, en este ambiente de puritanismo y de saldar cuentas pendientes con el adversario, aprovechando la moral y la justicia, llegamos al presidente del Parlamento valenciano que, encima, es del Opus, esto es, otro pérfido moralista. Ya antes de ser juzgado ha sido declarado culpable por la progresía y eso que Cotino niega las acusaciones y aún no ha sido ni tan siquiera imputado. La acusación más grave de los interesados de la corrupción es, en pocas palabras, que Cotino facilitó la retransmisión de la Jornada de las Familias, que presidiera en Valencia Benedicto XVI, un fascista de mucho cuidado. Ya saben, el ladrón del IOR. Y naturalmente, eso fue lo que hundió al Canal Nou, la radiotelevisión valenciana. Sí, como lo oyen, En este ambiente hispano de puritanismo vengativo, cuela todo, hasta una memez como de este calibre.

En el entretanto, España sigue siendo el paraíso de otras aberraciones mucho más graves que las prescritas. Por ejemplo, la matanza de inocentes -aborto y compañía- perpetrada por espejos de la honradez democrática: ¡Hay que ser hipócritas!

Eso sí, el pueblo español sigue gozando de buen humor. Eso le salvará. Si no, miren lo que corre por las redes sociales, la viva imagen de Yoda al que "pillado me han".

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com