Gran expectación mediática ante la presencia de Esperanza Aguirre en la mañana de este viernes en los cursos de verano de El Escorial. La presidenta regional últimamente no defrauda, así que la atención mediática era máxima. Tampoco defraudó. Censuró la elevada cifra de funcionarios y la altísima fiscalidad. Y puso un ejemplo: para que un trabajador reciba 1.100 euros, el coste para la empresa es de 1.870. A saber, 600 euros de seguridad Social y 1.170 de IRPF. Un peso que hace muy poco competitivas a las empresas españolas y que incentiva la economía sumergida. En resumen: criticó un marco laboral heredado del franquismo.
Por otra parte, Aguirre defendió que el Frob se destinara a inyectar liquidez en los bancos y culpabilizó de la crisis financiera a los reguladores. Por último, no se olvidó de recordar que desde la promesa del pleno empleo, España ha destruido 1.700.000 puestos de trabajo.