Apenas cuatro meses después de que Goirigolzarri abandonara su cargo como consejero Delegado, Francisco González (FG) presentaba los peores resultados del BBVA de toda la década. Es cierto que no se puede juzgar un trimestre de gestión, pero también lo es que el presidente y el consejero delegado llevaban a la greña desde dos años atrás. En la mañana del miércoles, FG aseguró, durante la presentación de resultados del ejercicio 2009, que su número dos se había ido por mutuo acuerdo. Lo cierto es que Goirigolzarri se marchó cuando FG retrasa por enésima vez su edad de jubilación y le cierra el paso a la presidencia. Aún hoy puede decirse que lo que marcha bien en el BBVA es la banca doméstica, obra de Goirigolzarri, mientras que el Grupo ha pinchado cuando ha pretendido mantenerle el pulso al Santander comprando bancos en el exterior, labor de FG que se ha revelado un auténtico desastre.
La prueba del nueve de todo lo anterior ha sido el varapalo que el Mercado le ha dado a la cotización del segundo grupo bancario español. En efecto, la Bolsa recibió de malos modos los resultados de 2009 de BBVA: la acción de la entidad cerró la sesión bursátil del miércoles 27 con un descenso del 6,4%, frente a un IBEX que cedió el 2,69%. Sin embargo, en la presentación de eso resultados, desde su sede del Paseo de la Castellana el presidente del Banco restaba importancia a los cambios del Mercado y sacaba pecho: Lo que podamos perder hoy, lo ganaremos más tarde.
El grupo mengua en muchos sentidos. Pese a que su margen bruto se incrementó un 8,9%, el banco no crece en crédito (-3,1%) ni en depósitos (-1,2%). Es lo que FG denomina una gestión conservadora, que en realidad consiste en no dar créditos sin que la devolución esté más que garantizada. El beneficio atribuido sin extraordinarios descendió un 2,8%. Las pérdidas por deterioro de activos se incrementaron un 86,1% , mientras las provisiones pasaron de 1.431 millones de euros a 458 millones. La tasa de morosidad del banco pasó del 2,3% al 4,3%, mientras la cobertura se redujo del 92% de 2008 al 57% de 2009. BBVA decrece también en rentabilidad: el ROE pasó del 21,5 al 16, mientras el ROA cae del 1,04 al 1,85
En cuanto a los recursos humanos, el banco cerró 321 oficinas y acabó el año con 5.251 empleados menos. FG justifica las cifras por la mayor tendencia al uso de la tecnología. Advierte que los puestos no cualificados tenderán a ser sustituidos por máquinas, gestionadas por la empresa del grupo, OP Plus. La sustitución se combina con las prejubilaciones, que según el presidente de BBVA, son un sistema que ha permitido al sistema financiero ser más competitivo. No sólo eso, sino que muchos de los empleados prejubilados acaban muy contentos, asegura FG.
Rodrigo Martín
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