Tras tenernos dos años pendientes de si se presentaba o no se presentaba a un tercer mandato, ahora nos explica que lo mejor son dos. Figúrense ustedes si su enemigo interno, es decir, el felipismo, con Rubalcaba al frente, no hubiera conseguido doblarle el pulso para que, de una vez por todas, asegurara que no se iba a presentar. No lograron que dimitiera como presidente del Gobierno ni como secretario general del PSOE, que era lo previsto (no así de que convocara elecciones pues eso, naturalmente, no lo deseaban los felipistas). Pero ahora que ya se ha comprometido a abandonar, ha considerado que a la fuerza ahorcan y se ha convertido a la limitación de mandatos.
Ahora bien, lo de "siempre he pensado que dos mandatos..." es de libro, oiga. Para que luego digan que ZP es tonto. Es un listísimo.
Eulogio López
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