• Su papel al frente de numerosas manifestaciones contra el gobierno de Park le valió ser detenido en varias ocasiones, antes de licenciarse en derecho en 1980.
  • Tiene un perfil de activista amable y comprometido con las causas de los más débiles.
  • Prometió esfuerzos para distender la situación en la península coreana y negociar con Washington y Pekín.
  • Y también se comprometió a eliminar la corrupción.
El nuevo presidente liberal de Corea del Sur, Moon Jae-in (en la imagen), que asumió su cargo el miércoles, tiene 64 años. De padres norcoreanos y nacido en el último año de la Guerra de Corea (1953) en un campo de refugiados de la isla sudoriental de Geoje, tras vivir casi toda su infancia en la cercana Busan (segunda ciudad del país) pasó a convertirse en líder estudiantil en la Universidad Kyunghee de Seúl, según La Tercera. Tiene un perfil de activista amable y comprometido con las causas de los más débiles y encaja de este modo en el perfil del clásico líder de izquierda surcoreano que luchó en las calles hasta la saciedad para derribar a las dictaduras militares de Park Chung-hee y Chun Doo-hwan. Su rol al frente de numerosas manifestaciones contra el gobierno de Park (padre de la recién depuesta Presidenta) le valió ser detenido en varias ocasiones, antes de licenciarse en derecho en 1980. Su pasado como líder prodemocrático propició que dos años después la junta del general Chun Doo-hwan le negara un puesto como juez pese a quedar segundo en las postulaciones. Aquello sería providencial para que regresara a Busan y conociera a Roh Moo-hyun, el que acabaría siendo Presidente de Corea del Sur entre 2003 y 2008. Amigos inseparables hasta el suicidio de Roh en 2009, juntos llevaron cantidad de demandas por violaciones a los derechos humanos en los últimos años de dictadura desde un bufete de Busan. Tras la victoria de Roh en 2002, Moon ocupó varios cargos como secretario gubernamental durante su mandato antes de retirarse de la política y volver a la abogacía. Católico, casado y con dos hijos, Moon sigue ahora la senda de su añorado Roh, el último político liberal en presidir Corea del Sur tras el decenio conservador de Lee Myung-bak y Park. Tras asumir su cargo el miércoles, prometió encargarse de inmediato las difíciles tareas de abordar las ambiciones nucleares de Corea del Norte y calmar las tensiones con Estados Unidos y China, informa Reuters. Moon dijo en su primer discurso como presidente que comenzaría inmediatamente los esfuerzos para distender la situación en la península coreana y negociar con Washington y Pekín a fin de enfriar la disputa por el despliegue de un sistema de defensa antimisiles estadounidense en su país. "Voy a tratar de solucionar urgentemente la crisis de seguridad", dijo Moon en el edificio del Parlamento. "Si es necesario, iré directamente a Washington, iré a Pekín y Tokio y, si las condiciones son correctas, también a Pyongyang". El despliegue del sistema estadounidense de Defensa Aérea de Alta Altitud Terminal (THAAD, por su sigla en inglés) en Corea del Sur ha enfurecido a China, que lo ve como una amenaza para su seguridad. Moon también se comprometió a eliminar lo que denominó lazos de colusión entre las empresas y el Gobierno que han caracterizado muchos de los conglomerados familiares de Corea del Sur, y prometió ser un líder incorruptible. "Asumo este cargo con las manos vacías y dejaré el cargo con las manos vacías", dijo Moon. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com