- La cúpula ha sido pintada de negro y la iglesia, despojada de todas las cruces y símbolos e imágenes cristianas.
- Tras la conquista de Mosul por parte de los yihadistas, los cristianos de la ciudad se vieron obligados a huir para no ser asesinados.
Después de la dedicada a San Efrén, la iglesia caldea de
Mosul dedicada a
San José también ha sido convertida en una
mezquita por disposición de los líderes del
Estado Islámico (Daesh). Pero es que desde que los yihadistas iniciasen sus actividades principalmente en Irak y Siria, numerosas iglesias cristianas han corrido la misma suerte.
La noticia de la iglesia de San José la han difundido fuentes de Mosul que están en contacto con el sitio web ankawa.com, informa
Fides.
Algunas fotos del lugar de culto muestran que la cúpula ha sido pintada de negro, y la iglesia -situada en el barrio de Maidan, centro histórico de la ciudad- ha sido despojada de todas las cruces y símbolos e imágenes cristianas. La mezquita parece ser que ha recibido el nombre de Abu Abdulrahman al-Bilawi, un comandante iraquí del Daesh asesinado por la policía iraquí.
La de San José era una iglesia histórica en Mosul, pero en los últimos años, debido a la disminución de sacerdotes y fieles registrada después de la intervención militar liderada por Estados Unidos, se celebraba la misa sólo una vez al mes y se realizaban peregrinaciones para las fiestas del padre adoptivo de Jesús, en particular, con motivo del uno de Mayo, la fiesta de San José Obrero.
Tras la conquista de Mosul por parte de los yihadistas, los cristianos de la ciudad se vieron obligados a huir y muchos de ellos viven como refugiados en Ankawa, un suburbio de Erbil. Porque si no huían, el destino que les esperaba era la muerte o la esclavitud.
Mons. Amel Shamon Nona, arzobispo caldeo de la metrópoli de Iraq, fue trasladado a guiar la eparquía caldea en Australia, y el nombramiento de su sucesor en Mosul todavía no ha sido realizado porque se espera a ver si empieza la tantas veces anunciada campaña militar para liberar la ciudad de los yihadistas.
"La voz más insistente -refiere a la Agencia Fides, Paolo Mekko, sacerdote caldeo de Mosul, ahora refugiado en Ankawa- fue la de que las operaciones militares a gran escala comenzarían después del final del Ramadán. De hecho, estos días parece que ha comenzado una ofensiva para recuperar terreno en la provincia de al-Anbar y liberar Ramadi. Veremos si luego le toca a Mosul".
Mientras tanto, el Patriarcado caldeo ha decidido vender algunos vehículos de propiedad de la archidiócesis que estaban en garajes, para evitar que con el paso del tiempo pierden valor. Los ingresos de la venta -por valor de casi 60 mil dólares- se ingresarán en la cuenta bancaria de la Archidiócesis, con la esperanza de poder utilizarlo cuando lleguen tiempos mejores, y las parroquias de Mosul puedan empezar de nuevo.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com