BMW ha pisado el acelerador en el primer trimestre... aunque en España no produce coches, sólo los vende
BMW ha pisado el acelerador en el primer trimestre, tras haber reducido su beneficio neto un 23,2%. Y es que ha quintuplicado su ganancia neta hasta marzo, pasando de 574 millones de euros a 2.833 millones, ha duplicado el beneficio operativo (Ebit) y ha aumentado ventas un 33%.
El grupo automovilístico alemán, que es dueño de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, ha seguido con la recuperación que inició en el segundo semestre de 2020 y ha sacado tajada de la mejora de China. “El primer trimestre muestra que nuestro modelo de negocio tiene éxito también en tiempos de crisis. Nos mantenemos en crecimiento sostenible, así como con fuerte beneficio”, ha destacado el CEO, Oliver Zipse. Y aunque esperan alcanzar los objetivos anuales, pese a los mayores costes de las materias primas, mantienen la prudencia ante el efecto de la pandemia.
El flujo de caja libre de la división automovilística también ha tenido una notable mejora: ha pasado de una salida de 2.218 millones a una entrada de 2.522 millones
El beneficio operativo (Ebit) ha sido un 120% superior al de hace un año, como avanzó hace unas semanas, y se ha situado en 3.025 millones, destacando los elevados márgenes de rentabilidad tanto en la división automovilística (9,8%) como en la de motos (17,9%). Por su parte, la facturación ha ascendido a 26.778 millones (+15,2%), con unas ventas en la división de automóvil de 636.606 unidades (+33,4%) -destacando las alzas de Rolls-Royce (+62%) y BMW (+36%), frente a las de Mini (+16%)-, de los que el 11% fueron vehículos electrificados (eléctricos e híbridos); y de 42.592 unidades (+22,5%) en la división de motos. Y por cierto, el flujo de caja libre de la división automovilística también ha tenido una notable mejora, pues ha pasado de una salida de 2.218 millones a una entrada de 2.522 millones.
Y de cara a la transformación que vive el sector, BMW continúa dando pasos: junto a Ford se ha convertido en accionista destacado de la start-up estadounidense Solid Power, que desarrolla una nueva generación de baterías con la tecnología de electrolito en estado sólido. Además, ha firmado un contrato de suministro de litio sostenible de Sudamérica con la minera estadounidense Livent y también participa en proyectos de ampliación de la infraestructura de carga y de reciclaje de baterías de coches eléctricos.