BMW sube en bolsa un 5% este miércoles al prever un margen Ebit de entre un 6% y un 8% en su división de automóviles este año, lo que sería el inicio de su recuperación, según los analistas del Banco Sabadell. Y es que en 2020 dicho margen se ha situado en el 2,7%, frente al 4,9 del año anterior.

Este dato no se conocía hace casi una semana, cuando adelantó gran parte de sus resultados de 2020, al referir en detalle los del segundo semestre. En concreto, el grupo automovilístico alemán ha reducido un 23,2% su beneficio neto, hasta los 3.857 millones, un descenso muy inferior al que registró en los nueve primeros meses (-39,8%). Con esta ganancia neta se colocaría entre sus dos compatriotas del sector: Volkswagen ha ganado 8.824 millones (-37%) y Daimler, 3.500 millones (+50%). Por su parte, el beneficio operativo ha sido de 4.830 millones (-34,8%).

El grupo automovilístico alemán ha reducido también su plantilla, pasando de los 126.016 empleados que tenía en 2019 a 120.726 en 2020, lo que supone un 4,2% menos

El dueño de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce ha tenido menores ventas por la pandemia del coronavirus y el cierre de los concesionarios que ha provocado en determinados periodos y las restricciones. En concreto se han situado en 2,325 millones de unidades de coches, un 8,4% menos que en el año anterior, y en 169.272 motos (-3,4%), lo que ha repercutido en la facturación, que ha bajado un 5%, a 98.990 millones. Además, la producción de vehículos ha caído un 12%, a 2,256 millones de unidades, algo que España no ha notado porque no tiene ninguna fábrica de BMW.

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El grupo automovilístico alemán ha reducido también su plantilla, pasando de los 126.016 empleados que tenía en 2019 a 120.726 en 2020, lo que supone un 4,2% menos. Eso sí, los accionistas recibirán un dividendo de 1,9 euros, que representa un pay out del 32,5% del beneficio.

De cara a 2021, además de elevar el margen Ebit de automóviles, BMW estima un crecimiento a doble dígito de su beneficio antes de impuestos, pese a que habrá numerosas incertidumbres, sobre todo, en Europa, por la evolución del Covid-19, la escasez de semiconductores y en encarecimiento de las materias primas. Asimismo, apuesta por la transformación: “Tenemos una hoja de ruta clara para hacer de la transformación de nuestra industria una ventaja competitiva real para BMW en los próximos años”, ha señalado Oliver Zipse, CEO del grupo. Transformación que será “totalmente eléctrica, digital y circular”. Algo que se puede ver en que prevé que tendrá una docena de modelos totalmente eléctricos en las carreteras de todo el mundo para 2023; en que dejará de producir modelos de combustión en su planta de Múnich (Alemania), que relocalizará en Steyr (Austria) y Hams Hall (Reino Unido) antes de 2024; y también en que espera un fuerte crecimiento, del 50%, en las ventas de coches eléctricos hasta 2025, fecha en la que lanzará la nueva arquitectura Neue Klasse, con software, motores eléctricos y baterías de nueva generación.