Breve repaso al contexto: España es el país con más desempleados de toda la Unión Europea y de la OCDE: el coste por hora trabajada no deja de subir, mientras que el absentismo está en récord absoluto. Además, y como guinda del pastel, tenemos al frente a Yolanda Díaz como ministra de Trabajo y a María Jesús Montero y Elma Saiz como titulares de Hacienda y Seguridad Social, respectivamente: entre las tres sólo reparten la miseria e intentan recaudar cada vez más, como demostró la OCDE la pasada semana. 

Con este panorama chulísimo, que diría Yoli, la titular de Trabajo acaba de aprobar la ampliación de permisos por duelo, con días por eutanasia incluidos y encara la semana con su lucha por subir el Salario Mínimo Interprofesional... con la estocada de cuotas correspondientes.

Hoy martes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica su estudio sobre el coste laboral medio por trabajador y mes (que incluye las remuneraciones y las cotizaciones sociales) y no podríamos tener mejor ejemplo. Para enternos, el salario mínimo y los salarios en general tienen que subir, es la base para poder tener independencia y poder crear una familia, pero lo que no tendría que subir en la misma medida son las cotizaciones sociales, que son el mayor lastre de la contratación laboral.

Pero la realidad es otra: el Gobierno se sube más el salario que lo que le llega a Juan Español. Así, el coste laboral medio por trabajador y mes subió un 3% en el tercer trimestre del año en relación al mismo periodo de 2024, hasta situarse en 3.111,76 euros. Entre julio y septiembre, los salarios (todas las remuneraciones, tanto en metálico como en especie) subieron un 2,8% interanual en términos brutos, hasta situarse en una media de 2.268 euros por trabajador y mes. Con este incremento interanual del coste laboral, que iguala el experimentado en el trimestre anterior, se acumulan 19 trimestres consecutivos de alzas.

Hasta aquí todo es bueno, pero es que resulta que el coste laboral se compone del coste salarial, lo que recibes como salario, y de otros costes, y estos, suben más que el salario. Los otros costes (costes no salariales) totalizaron en el tercer trimestre del año 843,76 euros por trabajador y mes, con un repunte interanual del 3,5%. El componente más importante de los otros costes son las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, que aumentaron un 3,6% interanual en el tercer trimestre.

¿Y sin probamos a cargarnos las cotizaciones? Sobre todo en los salarios más bajos.