A una actriz veterana le proponen intervenir en una nueva versión de la obra de teatro, que la encumbró de jovencita, pero ahora encarnando el papel de la antagonista madura. El ensayo de su trabajo, en una casa recóndita de Suiza, resultará catártico para esta mujer puesto que reflexionará sobre la profesión y su propia vida. Esta película vuelve a la carga al igual que recientes estrenos como Birdman o La sombra del actor, sobre el precio de la fama, la inseguridad que comporta, el frívolo y vacuo ambiente del mundo de la interpretación y la diferencia generacional (en la que claramente apuesta por la madurez frente a la juventud sin escrúpulos). Pero lo mejor de este drama discursivo (en algunos momentos excesivamente lento) lo encontrarán en el duelo interpretativo entre Juliette Binoche y Kristen Stewart, ésta última empeñada en demostrar que es capaz de afrontar retos más serios y difíciles que ser la heroína de Crepúsculo. En esta película, en el papel de asistente de la actriz, lo consigue con creces y por ello obtuvo el Cesar a la mejor actriz secundaria, un premio encomiable tratándose de una actriz norteamericana. Para: Los que les interese las películas que se meten en los entresijos del cine Juana Samanes