La conspiración de noviembre supone la traslación al cine de una novela de la serie "Noviembre Man", del autor estadounidense Bill Granger, en concreto del séptimo libro titulado: "There Are No Spies". Estos relatos se empezaron a publicar a finales de los setenta por ello, aunque La conspiración de noviembre actualiza su acción teniendo como referente los crímenes de guerra que tuvieron lugar en la Guerra de los Balcanes, toda la película posee el mismo aire y estilo que aquellas que se rodaron sobre la Guerra Fría.

El conocido actor Pierce Brosnan vuelve a encarnar a un peligroso espía (al igual que hizo en El cuarto protocolo) enfundándose en la piel de Peter Devereaux, un peligroso agente de la CIA retirado, a quien su antiguo jefe persuade para volver al servicio para una misión secreta muy delicada.

Este filme dirigido por Roger Donaldson, sin ser novedoso argumentalmente, desarrolla  intrigas que se producen en escenarios internacionales y plantea algunos dilemas morales de aquellos agentes que se enfrentan, todos los días, a misiones peligrosas y a quienes se les exige resolución y obediencia.

Igualmente en esta película, expone otro tema presente en muchos largometrajes de diversos géneros: la relación entre maestro-aprendiz, en este caso entre Devereaux y un antiguo agente joven, David Mason, a quien entrenó y preparó en el pasado.

La conspiración de noviembre es un thriller de cine de palomitas, es decir, no es memorable pero sí tremendamente trepidante.

Para: Los que apuesten por thrillers entretenidos