El exministro José Manuel Miñones es el penúltimo bien colocado por Pedro Sánchez, que ha montado toda una agencia de colocaciones de socialistas en empresas públicas, semipúblicas o afines, aunque el PSOE y los podemitas criticaban mucho las puertas giratorias. Y es que presidirá Mercasa, la empresa pública de gestión e información de la cadena alimentaria que depende en un 51% de la SEPI y en un 49% del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), o sea, que dependerá de María Jesús (Marisu) Montero y Luis Planas, respectivamente.

Miñones es Doctor en Farmacia de 51 años, nacido en Santiago de Compostela (La Coruña) y ahora dejará el escaño que ocupaba en el Congreso de los Diputados desde el pasado 17 de agosto para presidir Mercasa, donde cobrará un sueldo cercano a los 200.000 euros anuales, que es más del doble que como ministro. El cargo supone asumir la gestión de 24 mercados de abastos (entre ellos, Mercamadrid, Mercabarna y Mercazaragoza), ocho centros comerciales y 400 empresas de distribución minorista, teniendo responsabilidad sobre 1.300 empleados. Eso sí, todo ello, sin haber tenido ninguna experiencia previa en el sector alimentario.

A este santiagués, Doctor en Farmacia y profesor de Química Física en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) e investigador -participa en el programa gallego Isidro Parga Pondal (que incluye ayudas a la incorporación de doctores con una formación postdoctoral contrastada en organismos públicos de investigación)- sólo se le ha conocido trayectoria política. En concreto, fue concejal y alcalde del municipio de Ames (La Coruña), delegado del Gobierno en Galicia durante casi dos años (entre marzo de 2021 y marzo de 2023) y ministro de Sanidad entre el 28 de marzo de 2023 y el 21 de noviembre de ese mismo año, donde cogió el testigo a Carolina Darias, quien se fue a la carrera para logar la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria.

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Miñones sustituirá en la presidencia de Mercasa a José Ramón Sempere, pasando a engrosar la larga lista de socialistas en empresas públicas, semipúblicas y afines. En esta hay nombres como el de Juan Manuel Serrano, amigo al que Sánchez ha premiado con el cargo de director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT), es decir, se ha hecho cargo de la gestión de las autopistas del Estado, tras su gran ‘labor’ al frente de Correos, y en esta última ha dejado un gran marrón a su sucesor, Pedro Saura. Este último se puede decir que no ha recibido un regalo después de haberlo hecho bien en Paradores, pasando de pérdidas a beneficios, pero es que tenía que dejar la silla libre para que Pedro Sánchez diera un premio de consolación a Raquel Sánchez, tras no haberla renovado como ministra de Trasportes, porque es miembro de la Ejecutiva del PSC.

La filial socialista catalana es muy importante dentro del PSOE... y hay que tenerla contenta. Buena prueba de ello se puede ver en que Maurici Lucena sigue como presidente de AENA; Raül Blanco también se mantiene al frente de Renfe; Jordi Hereu ha ascendido a ministro de Industria y Turismo tras haber sido presidente de Hispasat. Y como guinda: el exministro Miquel Iceta ha volado a embajador de España Delegado Permanente en la Unesco, que no es una empresa pero tampoco se trabaja mucho.

Para la empresa de satélites que tiene de principal accionista a Redeia se ha escogido al exministro y astronauta Pedro Duque, al menos tiene algo de experiencia en la materia, no como la amiga de Sánchez y exministra Beatriz Corredor, colocada para presidir Redeia en febrero de 2020 sin tener experiencia en el sector energético. De la empresa transportista de electricidad y gestora del sistema eléctrico español, participada en un 20% por la SEPI, pasamos a Enagás, la compañía transportista de gas y gestora del sistema gasista de nuestro país, donde el Estado controla el 5%: el socialista Antonio Llardén ocupa la presidencia no ejecutiva (cargo que llegó a mantener con el pepero Mariano Rajoy en La Moncloa y con plenos poderes ejecutivos) y el CEO es Arturo Gonzalo, gran discípulo de la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera.

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La propia SEPI, que depende de Marisu Montero, está presente en el accionariado de algunas de las empresas citadas (Correos, Paradores Indra, Redeia, Enagás, entre ellas) y también de otras, y está presidida por Belén Gualda, que ocupó cargos en la Junta de Andalucía, como el de secretaria general. Llegó a la SEPI tras pasar por la presidencia de Navantia, donde le sustituyó Ricardo Domínguez, quien también había trabajado dentro de la Junta de Andalucía. También de este gobierno autonómico, cuando lo dirigían los socialistas, procede el presidente de Loterías y Apuestas del Estado. Y de otros gobiernos autonómicos también ha habido colocaciones: Jesús Casas pasó del asturiano que presidió Javier Fernández a Tragsa; José Luis Navarro del extremeño que lideró Guillermo Fernández Vara a Enresa, la empresa pública que se encarga de la gestión de los residuos radioactivos y del desmantelamiento de las nucleares; Ernesto Gasco del valenciano de Ximo Puig al Hipódromo de la Zarzuela.

Puig tampoco ha salido mal parado tras dejar de presidir la Comunidad Valenciana, pues se irá a la OCDE. El exministro José Manuel Rodríguez Uribes ha aterrizado en el Consejo Superior de Deportes (CSD) y el exministro Héctor Gómez ha volado al cargo de embajador en la Misión Permanente de España ante la ONU.

Por su parte, Joaquín López Pagan, de la Asamblea de Murcia ha ascendido al frente de la Sociedad Anónima de Electrónica Submarina (SAES); en Enusa, la empresa pública que abastece de uranio a los reactores españoles, la presidencia la ocupa desde hace casi dos años Mariano Moreno Pavón, que en su día fue gerente de la Ejecutiva del PSOE; Enrique Fernández preside Hunosa, la empresa pública minera (aunque al Gobierno no le gustan las minas de uranio, como bien sabe Berkeley Energía); Francisco Blanco ha pasado de secretario general del Ministerio de Industria a presidir SEPI Desarrollo Empresarial (Sepides); al que fuera embajador en Misión Especial para la Crisis Internacional de la Covid-19 y la Salud Global de Gobierno, Borja Cabezón, ha sido premiado para presidir la Empresa Nacional de Innovación española (ENISA). Además, el socialista cántabro Francisco Javier Fernández Mañanes ha sido nombrado presidente de ENSA, empresa dedicada a la fabricación de componentes para la industria nuclear con sede en Maliaño (Cantabria).

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En el entretanto, no hay que olvidar que Miguel Ángel Oliver pasó de secretario de Estado de Comunicación a ponerse al frente de la Agencia EFE. Hasta hace poco y por culpa del fichaje de David Broncano, Elena Sánchez presidía RTVE. Y en Telefónica, ha entrado la SEPI y está el socialista Javier de Paz (que en su día presidió Mercasa) como consejero. 

Y por cierto, parece que Miñones se intuía el nombramiento por Mercasa, porque a través de X (antes Twitter) hace dos días hablaba de la mejor carne del mundo. ¿Casualidad? Si uno recuerda al poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller, quien defendía que las casualidad no existen, no.