• Belén Romana perdió un año, al echarse en manos de fondos especulativos.
  • Primero se marchó su equipo, luego dimitió ella.
  • Jaime Echegoyen va en la buena dirección: promociona la venta al menudeo y elige inmobiliarias como mediadores, no fondos.

La SAREB ha tardado un año en la reconducción de la situación. Ahora vende inmuebles en cartera a minoristas y, además, segundo error de Belén Romana (en la imagen junto a su sucesor, Jaime Echegoyen), ya no pretende colocar paquetes a grandes fondos especulativos sino en servirse de inmobiliarias (Servihabitat, Haya Real Estate Solvia, Altamira y otras) para colocar su 'almacén' de suelo e inmuebles.  

Lo demás es contabilidad creativa al cierre del ejercicio 2014 por la especial naturaleza del banco malo. Que haya reducido deuda y haya provisionado no es ni bueno ni malo. De eso no depende el futuro. El futuro del banco malo es que logre sacar sus activos tóxicos al mejor precio posible. Romana cometió dos errores: colocar activos en masa a fondos especulativos, aconsejados por su amigo y asesor Claudio Boada, y no utilizar las redes de los propios bancos que habían traspasado sus activos con descuento para acelerar la venta minorista -la mejor de todas-. Echegoyen está poniendo orden, pero se ha perdido un año, que empezó con la dimisión de los equipos directivos de Romana y, posteriormente, de la propia Romana.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com