Antes de entrar a valorar las cifras semestrales que ha presentado el BBVA al regulador, quisiera hacer una reflexión sobre los acontecimientos que han llevado a la entidad presidida por Carlos Torres -o por Onur Genç, aquí también tengo ya dudas- a su imputación como entidad por el Juzgado Central de Instrucción nº 6 en el ‘caso Villarejo’. En estos días, su expresidente, Francisco González (también conocido como FG) ha salido a la prensa para decir que se actuó dentro de la más estricta legalidad, pero el daño está hecho ya aunque cada uno quiera salvar su responsabilidad. El daño reputacional ya está hecho y más siendo una entidad de crédito, sólo basta con revisar la normativa del Banco de España (BdE) donde se contempla este riesgo, para ver la importancia que tiene en el sector, y es que la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino además… En cualquier caso, FG se enteró por la prensa. 

Sobre las cifras presentadas hay claroscuros. Si bien el resultado neto de 2.442 millones de euros (M€) es un 3,7% inferior al conseguido hasta junio de 2018, pero teniendo en cuenta la venta de parte de sus negocios en Chile en agosto de 2018, la corrección del descenso sería del 1,2% a perímetro constante. En todo caso este resultado supera las expectativas de la mayor parte de los analistas, que preveían un resultado inferior.

El margen de intereses sube un 4,6%, pero ojo a algunas geografías: se desploma un 10,4% en Turquía y se reduce ligeramente en España 

El resto de los márgenes han crecido de forma ligera, con la excepción del margen de intereses, que ha subido un 4,6%, situándose en los 8.987M€. Y todo ello pese a haber reducido ligeramente (del 1,07% al 1,05%) el margen de intereses sobre activos medios en España, el impulso especial del área de negocio de México con su aportación de 3.042M€ al margen (un 7,8% superior a la de 2018), y el de EEUU (+5,2%), que han compensado la bajada en un 10,4% del margen en Turquía.

Las comisiones netas se han situado en 2.470M€ (-0,4%) con crecimientos en EEUU y México, el considerable descenso en los ROF (-22%) y los 88M€ menos de otros ingresos han mantenido el margen bruto en 11.989M€, un 1,1% superior al obtenido en 2018. Los gastos de explotación en su conjunto han crecido de forma ligera (+0,4%) y su margen neto, de 6.115M€, significa un 2,5% más que en junio de 2018.

Los deterioros de activos -1.777M€- se han incrementado un 10,6% como consecuencia de los deterioros registrados en carteras de México y EEUU, y en el comparativo por las liberaciones en el pasado ejercicio por las ventas realizadas en España de carteras en situación de morosidad y las recuperaciones en EEUU de provisiones extraordinarias.

El ratio de eficiencia continua a la baja (49%) y la cotización no para de descender, pero mantendrá un 'pay out' del 40% del beneficio

La tasa de morosidad se ha situado en un 3,8% (4,6% en España), 0,60 puntos porcentuales (pp) menos que en la misma fecha de 2018 y 0,1pp inferior al del pasado diciembre. La tasa de cobertura ha sido del 75% (58% en España), un 4% más que en junio pasado y 2% respecto al cierre del pasado ejercicio.

El ratio de eficiencia continua a la baja: 49,7 en junio de 2018, 49,3 en diciembre y 49,0 al cierre actual.

La cotización en descenso desde los 6,07€ de junio de 2018 a los actuales 4,62€ al cierre de este artículo, a pesar de que la entidad haya confirmado que mantendrá un pay out en efectivo del 40% del resultado neto. Con esta cotización, el valor en bolsa del banco ha caído a los 32.786M€, 7.715M€ menos que en 2018.

Estos son los resultados de un semestre, pero los resultados que cabría que esperasen con una cierta inquietud son los de la investigación del Juzgado de Instrucción Central nº 6. Una entidad financiera medianamente seria no puede dar una imagen tan barriobajera y cutre relacionándose con cierto tipo de personajes que parecen salidos de la España más cutre y anticuada. Su reputación puede quedar seriamente dañada y los responsables tendrían que dimitir o confesar todo lo sucedido con esta trama por el bien del sistema y por vergüenza torera.