Pocas empresas tienen un negociazo al estilo Coca-Cola… Lo sabe bien la española Sol Daurella, presidenta de su ‘megaembotelladora’ europea (Coca-Cola European Partners -CCEP-), y su familia, pues han recibido 98 millones de euros gracias a un pay out del 99,8%, ¿quién da más?

Esto confirma el “compromiso de ofrecer valor sostenible para nuestros accionistas” que destacó el CEO de la ‘megaembotelladora’, Damian Gammell, en la presentación de los resultados del primer semestre. En concreto, aquí hablamos de la sociedad Olive Partners, dueña del 39% de CCEP, aunque hace unos meses tenía un 35%. Recuerden que la Junta de Accionistas de la ‘megaembotelladora’ celebrada a finales de mayo aprobó la exención solicitada que le permitía elevar su participación sin la obligación de lanzar una OPA sobre el 100%.

Los antiguos embotelladores españoles, a través de Olive Partners, han pasado del 35% al 39% de CCEP al librarse de la obligación de lanzar una OPA

Olive Partners es una sociedad que controla la familia Daurella (55,7%), pero donde también están otros antiguos embotelladores españoles de Coca-Cola (antes de la fusión que dio lugar a Coca-Cola Iberian Partners, y más tarde, tras otra fusión, a CCEP): los Comenge y los Gómez-Trenor. Esta sociedad tuvo un beneficio de 175,38 millones de euros en 2018, según Cinco Días, de los que destinó 175 millones a dividendos, es decir, el 99,8% de lo ganado gracias al dividendo de la ‘megaembotelladora’.

Un pay out que no suele ser habitual y que supera con creces al de CCEP (50%). Claro que los Daurella, los Comenge y los Gómez-Trenor (dueños de un 19%, un 8,5% y un 1,7% respectivamente de CCEP) no tienen razones para quejarse porque en 2018 se han llevado más que en el año anterior. Además, cuentan con sillones en el Consejo de Administración de CCEP: los Daurella mandan con tres puestos (el de presidenta que ostenta Sol Daurella, otro para su primo Alfonso Líbano Daurella y otro para primo político Mario Rotllant -marido de su prima Carmen Daurella Aguilera-), los Comenge tienen uno (lo ocupa José Ignacio Comenge) y los Gómez-Trenor, otro (ahora es de Álvaro Gómez-Trenor Aguilar). Por tanto, a lo que se llevan en dividendos hay que sumar las remuneraciones como consejeros, que no están nada mal (vean aquí las de 2018) y además, Sol Daurella suma su sueldo como presidenta de la compañía.  

Hay cinco españoles en el Consejo y cuatro en el Comité de Dirección de CCEP, pero eso no compensa el maltrato que ha recibido nuestro país: ERE, cierres de plantas, un largo conflicto laboral...

Paralelamente, este miércoles, se ha conocido la llegada de otro español, pero al Comité de Dirección de CCEP: José Antonio Echeverría, como director de Servicio de Atención al Cliente y de Cadena de Suministro, en sustitución de Ron Lewis. Será el cuarto español en dicho órgano, junto a Sol Daurella, Víctor Rufart (director de Estrategia) y Francesc Cosano (director general de la Unidad de Negocio de Iberia). Desde el pasado mayo, Echeverría formaba parte del Comité de Dirección de CCEP Iberia como director de Estrategia y Proyectos de Transformación y anteriormente, desde que se creó CCEP en 2016, se había encargado de la estrategia de la cadena de suministro, después de haber estado en Procter & Gamble y Danone.

Claro que los cinco españoles que hay en el Consejo de Administración de CCEP y los cuatro del Comité de Dirección no son ninguna recompensa al maltrato que ha recibido nuestro país. El ERE que hizo en 2014 y que afectó a más de 800 empleados, así como el cierre de plantas (entre ellas, la de Fuenlabrada, antes emblemática, por 112 millones y tras un largo conflicto laboral que saldó con prejubilaciones) pese a ser una de las mejores franquicias internacionales de Coca-Cola, que se suman a miles de despidos en Europa (cerca de 2.000 sólo en un año -septiembre 2016 a septiembre 2017-). En resumen, el negocio al estilo de Coca-Cola se resume en tratar muy bien al accionista y mal al empleado.