Un niño de 13 años vivía solo y abandonado en un piso de Palma de Mallorca donde lo había dejado su madre, en condiciones insalubres, con la vivienda sucia, desordenada y con comida podrida. Además, había una sola cama en una habitación. A través del menor lograron contactar con su madre, que se personó en el lugar. 

Al llegar la mujer, los agentes averiguaron que se había comprado otra vivienda en la misma ciudad y vivía allí sola.

Algunos de los inquilinos del edificio en el que encontraron al niño confirmaron había estado golpeando las puertas y remarcaron que no era un hecho aislado sino una conducta repetida porque vivía solo desde hacía mucho tiempo. Tanto es así que no pudieron identificar a los padres del preadolescente.

La Policía Nacional detuvo a la mandre como supuesta autora de un delito de abandono de menor, por dejar solo a su hijo durante un tiempo prolongado en un inmueble. El niño quedó a cargo de un familiar.