Toda gran mentira política precisa de un eufemismo. En este caso, el eufemismo se llama “destopar”. El Gobierno Sánchez, bajo la batuta del ministro José Luis Escrivá (no es casualidad que el expepero haya sido nombrado ministro de la Seguridad Social, Inclusión y migraciones) pretende subir las cotizaciones sociales, las cuotas empresariales, que son las más altas de toda Europa. Y a pesar de ser tan altas, sobre todo las que no se ven en nómina, las que paga directamente el empresario a la Seguridad Social, las cuotas constituyen la primera razón del paro permanente en el que se mueve España desde la llegada de la democracia, hace ya 40 años. EL mismo lapso durante el cual, las encuestas del CIS aseguran que la principal preocupación de los españoles es el desempleo.

Para el gobierno socio-podemita, el enemigo es el empresario: mal vamos

De entrada, el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, crea paro: no sólo no baja las cuotas, las sube. Ha sido una transformación radical, porque Escrivá fue llevado a la autoridad fiscal, la AIREF, por el PP y por Cristóbal Montoro, y ahora en Moncloa se sienten muy orgullosos de exhibir su figura, así como la de la vicepresidenta, Nadia Calviño, como una muestra de moderación y de equilibrio ante la radicalidad justiciera de Podemos. Escrivá aportaría la ortodoxia económica del Gobierno.

¡Pues joé con la ortodoxia! Escrivá atenta contra el tridente para crear empleo: despido libre, impuestos bajos, salarios dignos. Es más, para el gobierno socio-podemita, el enemigo es el empresario. Mal vamos para crear empleo.

El Ministerio de Trabajo cierra la vía de los autónomos: pues es la única escapatoria para crear tu propio empleo y evitar la extorsión de las cuotas

Y no sólo eso: en el entretanto, la podemita Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, otra progresista enajenada, cierra la vía de los autónomos, la única que puede evitar el sablazo fiscal-laboral. Recuerden: en España, el trabajo autónomo era la única escapatoria para crear tu propio empleo ante un atmósfera de desempleo inevitable.

Doña Yolanda persigue a los falsos autónomos y en ningún momento se le ocurre preguntarse si bajando las cuotas sociales no dejarían de existir, como por ensalmo, los falsos autónomos.

Ya tenemos el precedente del salario mínimo: subió el salario –eso es bueno- pero subieron las cuotas en la misma proporción: eso es malo

Hay tenemos el precedente del salario mínimo: subió el salario –eso es bueno- pero subieron las cuotas en la misma proporción: eso es malo. Empeladas del hogar y empleados agrarios en la calle o víctimas de la economía sumergida ¡Grande eres, Pedro Sánchez!

Y todo concluye en esto: hay que bajar las cuotas sociales, no subirlas, que es lo que pretende el Gobierno. Es más, lo mejor sería eliminar las cuotas, hacerlas desaparecer, hacer que contratar a un trabajador costara lo que cobra el trabajador… y pagar las pensiones con IVA. Lo hacen los daneses y no parece que las vaya mal.: los daneses no tienen ningún miedo a contratar, su paro es ridículo y sus salarios mucho más dignos que los de los españoles.

Por el contrario, el gobierno Sánchez sube los impuestos laborales y persigue a los falsos autónomos. Deberían meterse en la cabeza que son falsos autónomos porque nadie ha querido contratarles dado las cuotas elevadas que conlleva la contratación por cuenta ajena.

Y todo concluye en esto: hay que bajar las cuotas sociales: no subirlas. Es más, lo mejor sería anularlas y pagar las pensiones con IVA

En definitiva: no persigan ni a los falsos autónomos ni a la totalidad de los autónomos, ni a ningún autónomos o empreario: bajen las cuotas sociales de los empleados por cuenta ajena y verán como pasan tres cosas:

1.Todo el mundo cumple la ley y desaparece la economía sumergida.

2.Se crea empleo para todo aquel que quiera trabajar y no vivir del cuento… por ejemplo mediante el ingreso mínimo vial.

3.Podrán subirse los salarios más bajos, que en efecto, son muy bajos en España.

Es decir, lo contrario de lo que pretenden el socialdemócrata Escrivá y la comunista Díaz.