• El sacerdote ortodoxo Gabriel Naddaf precisa que "en Belén, donde nació Jesús, sólo hay un 2,5% de cristianos. En Gaza sólo hay mil".
  • "En Siria hasta el 2012 había 2 millones, hoy sólo 250.000l. En Irak había 4 millones, hoy 350.000".
  • "En unos cuantos años más, no vamos a encontrar cristianos en medio oriente, tampoco iglesias porque las van a destruir".
  • "El único país que cuida a los cristianos y al cristianismo, que les da libertad y libertad de religión, es Israel".
Gabriel Naddaf es un sacerdote de la Iglesia Ortodoxa Griega. Tiene origen árabe, pero vive, practica y lidera al cristianismo oriental en Israel. El reconocido líder espiritual apoya el regreso de la religión de Cristo a sus orígenes más puros, al retorno a las prácticas del casi desaparecido idioma arameo. Ha sido entrevistado por La Tendencia. Por su interés, recogemos parte de la entrevista. -Padre Naddaf, ¿cómo es ser cristiano en Medio Oriente? El cristianismo en el mundo oriental a lo largo de su historia ha sido de persecuciones, a diferencia de como se ha vivido en el mundo occidental. En todos los países del medio oriente, donde los gobiernos son dictatoriales o musulmanes, los cristianos no pueden vivir con naturalidad como se acostumbra en este lado del mundo. -¿Qué opciones tienen los cristianos en dichos países? Los cristianos deben pagar un alto precio por entregar el mensaje de Jesús, el mensaje cristiano y el mensaje de amor. El mayor precio es el de su vida. Sus opciones son sólo dos: abandonar sus lugares de nacimiento para ir a sitios más seguros como refugiados y si prefieren quedarse serán asesinados. -¿No hay más opción? No hay más opción: arrancar o ser asesinado -¿Cómo es el cristianismo oriental? La historia del cristianismo del mundo entero nace del cristianismo de oriente y este nació del judaísmo. Recordemos que Jesús era judío, María y José también lo eran. Las raíces de la Ciudad Santa también nacen del judaísmo. Por eso sentimos que pertenecemos al pueblo judío y que somos hijos de la tierra de Israel. Nos sentimos hermanos de los judíos, mucho más que los cristianos que viven en los países europeos, que no sienten ese vínculo. Mucha población de occidente rompió el lazo con este otro cristianismo. -¿Por qué se rompió? En Europa la religión no es algo fundamental y en eso hay una responsabilidad de la Iglesia. Cuando la religión se mete en política e intereses pierde su norte. Eso es lo que vemos hoy y observamos como muchos fieles se van de la Iglesia. Este es el escenario en el mundo occidental, que le abre una entrada a los musulmanes que se acercan mucho más. Cuando los europeos pierden su identidad cristiana, también desaparecen sus valores esenciales.  El principal temor es que en los próximos 20 años, Europa será absolutamente islámica. El Vaticano también piensa lo mismo. -Sin un proyecto, ¿Cuál es su llamado? Llamo a todos los líderes religiosos que hagan lo mismo que los evangélicos y protestantes, que es enseñar el amor a los judíos y al estado de Israel. Deben evitar lo que hacen algunas iglesias que no hacen nada y sólo promueven el odio al judaísmo. Si permanecemos en silencio y no hacemos nada, no podemos esperar que el mundo no se convierta en antisemita y el daño a toda la humanidad sea mayor. Ningún cristiano del mundo está contento con lo que está pasando en el mundo, pero nadie hace nada. No hay amor, no hay paz y no hay voluntad. Sólo hay odio, antisemitismo y guerras. Veo con temor que las grandes guerras del mundo tienen un origen religioso. -¿Por qué ha sido tan dramática la disminución de cristianos en medio oriente? Pasó de un 20% a un 5% de la población en los últimos años. Hay una campaña en Medio Oriente para que el cristianismo desaparezca totalmente. En Belén, donde nació Jesús, sólo hay un 2.5% de cristianos. En Gaza sólo hay mil. En Siria hasta el 2012 había 2 millones, hoy sólo 250.000. En Irak había 4 millones, hoy 350 mil. En unos cuantos años más, no vamos a encontrar cristianos en medio oriente, tampoco iglesias porque las van a destruir. El único país que cuida a los cristianos y al cristianismo, que les da libertad y libertad de religión, es Israel. -¿Cómo es ser cristiano en Israel? Somos una minoría. Hay aproximadamente 161.000 en Israel. Se han destacado con éxito en el mundo intelectual y cultural. La mayoría de los hijos de cristianos estudian en la universidad que los recibe con las puertas abiertas. Hay jueces, abogados, médicos, sacerdotes. Llevo adelante la tarea de que los cristianos vuelvan a sus raíces arameas, para que puedan recuperar la lengua en que habló Jesús y se puedan hacer los rezos en este idioma. Ya conseguimos que el ministro del Interior israelí reconociera la identidad del mundo aremeo y cristiano. El único estado que defiende a los cristianos en medio oriente es Israel. Hoy nos integramos a la vida del país. Hay cristianos en el ejército, en la policía y otros trabajan en el gobierno. Allá gozamos de libertad y de democracia. Yo puedo caminar con la cruz y nadie me dirá nada. Muy diferente es la situación en Gaza, Egipto, Irán, Arabia Saudita, donde no puedo vestir mi traje de sacerdote sin ser golpeado o raptado. -¿El estado de Israel es una solución para conseguir la paz? En Israel están las raíces de todas las religiones. Judíos, Musulmanes y Cristianos venimos de la misma raza. La religión no debe separarnos sino unirnos, pues todos somos hijos del mismo Dios. Cualquiera que quiera puede vivir en Israel respetando al otro, al distinto, sin golpear su cultura ni su identidad. En Israel no hay lugar para el odio y para los perseguidos. Las leyes deben respetarse y deben ser duras con los que promueven el odio. A ellos hay que ayudarlos para que regresen al camino correcto. La línea roja que no se debe cruzar es no tocar el derecho del otro a vivir. Si alguien toca tu derecho a existir debe ir a la cárcel y así evitar que hagan daño a los demás. En prisión, se busca corregir al ser humano. Se puede estudiar y salir titulado de doctor, de psicólogo, se puede ser profesional. Lo importante es que el agresor no ande libre por las calles asesinando gente o haciendo atentados. No queremos que se inmole para convertirse en un santo. -¿Cómo se combate ese odio hacia el antisemitismo y los judíos? Hay que combatir a esos grupos que dicen defender los derechos humanos pues no los protegen. Gran parte del dinero que recaudan se los envían a terroristas que luchan contra Israel y no llega a las personas que lo necesitan. Son los gobernantes quienes lo reciben. Los terroristas siguen el camino del odio, de la destrucción. No hay ningún párrafo en la Biblia que diga que Dios boicotea a su pueblo. Si encontramos críticas al estado de Israel, los caminos para corregir son otros y no lo es el antisemitismo. No hay país perfecto, todos requieren de correcciones. Debemos combatir la mentira y la hipocresía que promueven. ¿Dónde estaban los defensores de los derechos humanos cuando el ISIS violó a 6.800 niñas, incluída menores de 9 años? ¿Dónde estaban cuando quemaron vivos a 86 niños cristianos? ¿Dónde están cuando persiguen, matan y violan a los cristianos coptos? Sólo escuchamos odio de ellos hacia el Estado de Israel. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com