Este miércoles, la banda terrorista ETA ha anunciado que ha disuelto “completamente todas sus estructuras” y su decisión de “dar por terminado su ciclo histórico de 60 años de ETA”. Eso sí, lo ha hecho sin arrepentirse, sin pedir perdón a todos, sin colaborar con la Justicia y sin renunciar a la independencia del País Vasco. Menos mal que para el Gobierno nada va a cambiar: seguirá persiguiendo a los terroristas, según ha señalado el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, quien hace unas semanas recalcó que la banda terrorista no consiguió nada cuando dejó de matar y no va a conseguir nada ahora

ETA ha hecho público el anuncio mediante una carta, con fecha del pasado 16 de abril. Justo dos días antes de que se celebre el acto simbólico previsto en la localidad francesa de Cambo les Bains, a 25 kilómetros de Bayona, donde oficializará la disolución de la organización terrorista, contando con la asistencia de líderes del PNV y EH Bildu. Además, el jueves, la banda terrorista también difundirá un vídeo.

ETA hace un llamamiento a la “responsabilidad de todos” ante su desaparición, eludiendo hablar de la suya a la hora de pedir perdón y colaborar con la Justicia. “Reconoce el sufrimiento provocado como consecuencia de su lucha”, pero sin arrepentirse de nada, a pesar de haber matado a 829 personas. Es más, señala que su decisión “no supera el conflicto que Euskal Herria mantiene con España y con Francia. El conflicto no comenzó con ETA y no termina con el final del recorrido de ETA”.

Consuelo Ordóñez (Covite) ha señalado que este no es el final que merecíamos las víctimas

La reacción de las víctimas no se ha hecho esperar: la hermana de Gregorio Ordóñez y presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, ha señalado que “este no es el final que merecíamos las víctimas”, en la presentación de un manifiesto que ya tiene más de 48.000 firmas en la plataforma Change.org.