El Banco de España alerta en su Informe anual de 2023: se necesitan 600.000 viviendas hasta 2025 para suplir el déficit de inmuebles en el país, pese a que hay casi 4 millones de viviendas vacías o desocupadas. El déficit se encontraría en cinco provincias, Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Alicante, y la falta de suelo para construir sería uno de los principales problemas. 

Sobre esas 4 millones de viviendas vacías, el organismo señala que buena parte se encuentran en zonas con un menor dinamismo geográfico, es decir, no en las zonas más afectadas por la escasez de vivienda. Por tanto, las viviendas vacías supondrían 400.000 unidades, a lo que hay que añadir que muchas de ellas se encuentran en mal estado y unas 450.000 forman parte del 'stock' de vivienda nueva sin vender.

"Si bien la movilización de estas viviendas podría contribuir a aumentar la oferta, entre ellas existe una proporción importante que se encuentran en mal estado, con pobre accesibilidad o con muy baja eficiencia energética, por lo que su movilización exigiría, con carácter previo, una rehabilitación".

Aunque desde la institución que preside Pablo Hernández de Cos encuentran otros motivos como son el incremento de los costes de construcción, la escasez de mano de obra cualificada, el progresivo envejecimiento de los ocupados en la construcción y el déficit de formación profesional, así como la escasez de inversiones destinadas a la adquisición y la promoción de nuevo suelo urbano.

El organismo señala que el menor 'stock' de vivienda disponible se debe al auge del alquiler temporal, que supone ya cerca del 10% del tamaño del mercado del alquiler.

Durante la presentación del informe, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha avisado de que "ya no se puede actuar" sobre este déficit de vivienda, porque las viviendas que se construirán hasta 2025 "ya están anunciadas".

Respecto a la adquisiciones de vivienda por parte de la población extranjera, tanto residentes como no residentes, alcanzaron su máximo histórico de 134.000 viviendas en 2022, cifra que se redujo hasta unas 125.000 en 2023, cuantía que supone un 19,3%. Aunque destacan que las proporciones de compras de extranjeros más altas se registran en zonas turísticas. Gavilán ha aclarado que la mayor parte de compraventas son de extranjeros residentes, mientras que la compra de vivienda por parte de no residentes sólo representa una una cifra cercana de 60.000 viviendas en los últimos años.

En el informe también se estudia la situación del mercado del alquiler, la institución estima un aumento 1,3 millones de viviendas en el parque de alquiler desde 2007, jóvenes y extranjeros son los que explican el auge del alquiler, ambos colectivos son donde se concentran los hogares con menor nivel de renta.

El Banco de España deja claro que las viviendas principales en alquiler de mercado son propiedad, en su mayoría, de particulares, que representan el 92%, frente a las personas jurídicas de naturaleza privada que representarían una cuantía estimada en un 8%.

En el informe también se estudia la situación del mercado del alquiler, la institución estima un aumento 1,3 millones de viviendas en el parque de alquiler desde 2007, jóvenes y extranjeros son los que explican el auge del alquiler, ambos colectivos son donde se concentran los hogares con menor nivel de renta

Además, las viviendas arrendadas por particulares propietarios de más de 10 inmuebles suponen un máximo estimado del 7% en el conjunto del parque de alquiler de mercado.

En el informe, el Banco de España hace una serie de recomendaciones para aumentar el 'stock' de vivienda, entre las que resaltan impulsar el parque de vivienda público, lo que supondría incrementar en más de un 150% la producción anual media de viviendas registrada en España en los últimos años durante los próximos 10 años para alcanzar en torno a 1,5 millones de nuevas viviendas en alquiler social.

Y aconseja fomentar la colaboración público-privada para la promoción del alquiler, a través de profundizar medidas de apoyo al sector privado, como la cesión de suelo público, la concesión de avales para la promoción de vivienda en alquiler y las ayudas a la financiación para el desarrollo de viviendas en alquiler social o a precios asequibles. Sugieren que una buena fórmula sería aquella en la que los propietarios que no quieren sacar su vivienda en alquiler contaran con la gestión de la Administración pública en el arrendamiento, ofreciendo seguridad jurídica y confianza al propietario, a cambio, esa vivienda se podría poner en alquiler con un precio asequible. 

La institución pide impulsar la rehabilitación y cesión de viviendas, para lo que demanda acelerar la absorción de los fondos ,Next Generation EU', de manera que las ratios de rehabilitación de vivienda se sitúen en línea con lo observado en las principales economías.

Desde el Banco de España también alertan de los efectos de distintas políticas de vivienda a lo largo del tiempo, y destacan que "algunas medidas de protección a los inquilinos pueden generar efectos no deseados en el nivel y en la composición de la oferta de vivienda en alquiler -p. ej., vía reducción de la oferta y/o desplazamiento hacia modalidades de alquiler menos reguladas-, así como en los precios de los nuevos contratos; efectos que podrían ser más acusados para los colectivos más vulnerables". Señalan a este respecto el Decreto antidesahucios, que si bien busca la protección del vulnerable, acaba con el efecto contrario en el mercado. Y en la misma línea, advierten de que los controles de precios podrían tener efectos adversos similares.