El Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) nació a principios de 2011, con José Luis Rodríguez Zapatero aún en La Moncloa, y murió oficialmente en enero de 2017, con Mariano Rajoy de presidente y la crisis económica prácticamente superada, al menos sobre el papel.

César Alierta (presidente de Telefónica), Emilio Botín (presidente del Santander) e Isidro Fainé (presidente de Criteria), fueron los impulsores de la idea y los que la mantuvieron con vida durante seis años, con Alierta como presidente ejecutivo.

El espíritu del CEC, sin embargo, continúa vivo. Y si entonces fue considerado por algunos como una organización empresarial paralela (por encima, incluso) a la CEOE, que presidía Juan Rosell -el CEC aglutinaba a las grandes del Ibex- ahora se buscan… y se encuentran.

Lo hemos visto en la cumbre empresarial que ha clausurado este miércoles el Rey Felipe VI, y por la que han pasado los primeros espadas de las empresas y las organizaciones empresariales más importantes de España. Casi dos semanas de intervenciones que el jueves 25 tendrán su colofón con las conclusiones, que leerá Pablo Isla, presidente de Inditex.

Efectivamente, hemos pasado del trío Alierta, Botín (Emilio), Isidro, al formado por Pablo Isla, Ana Botín y Juan Roig. Y como suele suceder en los equipos repletos de estrellas, los egos no tardan en aparecer. Así, al malestar de José María Álvarez-Pallete, adelantado por Hispanidad, se une el cabreo de Víctor del Pozo, CEO de El Corte Inglés, cuando se vio compartiendo cartel con las asociaciones del comercio.

Lógico: El Corte Inglés es una de las empresas más importantes de nuestro país, aunque no cotice en bolsa. Mercadona, por ejemplo, tampoco cotiza y Juan Roig fue otro que inauguró la cumbre, junto a Isla y a Ana Botín, aunque el protagonismo de esta última se vio diluido al ser la primera intervención del sector financiero. Al final, Del Pozo no intervino y El Corte Inglés ha sido la gran ausente de la cumbre, lo que le ha ocasionado muchas críticas.

En resumen: hemos pasado del triunvirato César, Emilio e Isidro al formado por Pablo, Ana y Juan. No cabe duda de que el espíritu del CEC sigue vivo, y ahora con la colaboración de la CEOE que preside Antonio Garamendi.