Como soy un intelectual he leído ¡Qué me dices!, semanario rosa -todo lo rosa acaba siendo verde- que los sábados regala La Razón, un diario de derechas de toda la vida, temeroso de los más elevados principios morales. La revista me ilustra sobre las siete vidas de otros tantos futbolistas famosos, que han perpetrado aprovechando las vacaciones de final de temporada. Ojo al dato: entre los siete he contado seis hijos pre-matrimoniales. Puedo equivocarme porque, a pesar de mi precitada faceta intelectual, soy de letras, pero creo haber enfocado bien la cuestión. Es más, hay uno que aporta un hijo de la anterior relación, más otros dos con/de la novia. Todo sea por el I D i, el caso es que he llegado a la científica conclusión de que se ha invertido el ciclo vital habitual: antes era, noviazgo-boda-tálamo-niño. Ahora es tálamo-noviazgo-niño-boda. Todo es muy complicado. Se trata de una revolución sociológica muy similar a la de don Pedro Almodóvar en el séptimo arte. Hasta que llegó el cineasta manchego, las películas se conformaban con el esquema "bueno mata a malo y se casa con la guapa". Con don Pedro la cosa cambió: "el malo mata a la guapa y se casa con el bueno". Salvo que la guapa sea histérica, en cuyo caso se convierte en protagonista. Volviendo a los futbolistas: da gusto verles convertidos en referencia moral de la juventud española. Eso por no hablar de Messi (en la imagen) que se ha casado con su novia tras pasar por el tálamo y el niño, para ser exactos, dos. Así ya no serían seis criaturas, sino ocho para bodas. Lo de Cristiano y su afición a los vientres de alquiler lo dejamos para otro momento. Por el momento, ¡Qué me dices! No ha informado de la próxima boda de Ronaldo. Casi mejor. Lo dicho: el bello deporte del fútbol, que diría don Florentino Pérez, se ha convertido en una bella referencia moral. A lo mejor me paso al ciclismo. En cualquier caso, a partir de ahora no me pierdo ¡Qué me dices! Hispanidad redaccion@hispanidad.com