La nueva serie de Disney, cuyos tres capítulos iniciales se estrenan este miércoles 22 de septiembre en Disney+ (Star), imagina un mundo en el que han muertos todos los hombres y animales macho de la Tierra. Todos salvo dos: un joven escapista llamado Yorick y su entrañable mono, Ampersand -como si fuera la nueva versión de Marco y su mono Amedio-, en cuya misteriosa supervivencia se encuentra el futuro de la humanidad. 

Y: El Último Hombre, la nueva serie de Hulu que este miércoles, 22 de septiembre, estrena Disney + es una adaptación de la saga de cómics de DC con el mismo nombre, creados por Brian K. Vaughan y Pia Guerra entre 2002 y 2008. 

Dos de sus protagonistas, Yorick y Ampersand tienen que cruzar a pie un país sumido en el caos y la desesperación hasta encontrar a la biogenetista especializada en reproducción asexual Allison Mann (Diana Bang), la única persona capaz de encontrar las respuestas a los interrogantes que plantea su sorprendente supervivencia.

Para conseguirlo, escapista y mono viajan de un estado a otro bajo la protección de 355 (Ashley Romans), una misteriosa agente secreta designada para el cargo por la madre de Yorick, Jennifer Brown (Diane Lane), que ha pasado de ser una congresista a convertirse en la nueva presidenta de los Estados Unidos después de que el presidente y su equipo de Gobierno murieran repentinamente durante la plaga que acabó con la vida de todos los hombres.

Según El Mundo, toda la temática se aborda desde una perspectiva feminista, pero con un enfoque hacia el comportamiento humano y las barreras que socialmente se impone la propia especie. "Una de las principales cuestiones que plantea es quién eres sin que el sistema opresor te lo imponga", afirma la protagonista de la ficción, Ashley Romans. Con la extinción de casi todos los hombres y el colapso del sistema social, los supervivientes sienten que han perdido la conexión consigo mismos y las mujeres empiezan a tomar el control de su propia narrativa y de sus vidas.

Mujer sin hombre

Con ello también se hace una crítica al papel de femenino en la perpetuación de estos roles, según defiende Clark: "Ellas también sostienen los sistemas de opresión, la supremacía blanca y el patriarcado. Desenredarse de este procedimiento va a ser un trabajo muy duro". Y añade: "Soy feminista, pero mi punto de vista es que los seres humanos son defectuosos, aunque son capaces de cambiar".

Y: El último hombre no sólo explora el binomio hombre/mujer, también aborda la política estadounidense, caracterizada por dos espectros muy marcados: demócrata o republicano. La productora cuenta que algunos personajes de la serie, a pesar de seguir la misma corriente ideológica, tienen formas de ver la vida completamente distinta, según ella todo son matices. "El poder y la jerarquía, en ese tipo de sistemas funcionan independientemente del género. Creando un método que tiene gente en la cima y gente en la base".

¿Le gustará Y: El último hombre a nuestra ministra de Igualdad?

En resumen, que sean feministas bien, que sean horteras, ya empieza a molestar.