Pobres okupas, vulnerables siempre, no pagan vivienda, pero tienen que sacar dinero para sus cosas. Por eso la inquokupa de Catalina convirtió la vivienda que okupa en un piso de alquiler turístico, idea que tomó otra mujer que anunció por distintas plataformas un piso en alquiler que no era de su propiedad, pero que su hijo, con enorme talento, había okupado. Así también encontramos a los okupas empresarios: 400 euros por abrir pisos y 1.500 si también tiene que buscar la vivienda.

Hoy hemos encontrado en el programa 'Y ahora Sonsoles' al okupa inversionista. Rosa es la cabeza de familia que lleva tres años luchando por echar a unos okupas de su casa, debiéndole estos más de 26.500 euros: "hay que vivirlo para conocerlo".

En 2021 empieza su calvario, cuando firmó un contrato de arrendamiento del chalé de su padre con una familia colombiana con cuatro hijos con una renta de 1.050 euros al mes, dinero que Rosa usaba para pagar la residencia de su padre, cuyo coste asciende a 1.200 euros. Al principio todo iba bien hasta 2023, cuando dejaron de pagar. 

El padre de Rosa recibe una pensión mensual de 900 euros y la falta de pago de los inquilinos hace que su plaza en la residencia peligre, ya que a su vez tienen una deuda de 17.000 euros con el centro. Rosa se muestra agradecida con el director del centro, ya que está siendo consciente de la situación y está permitiendo retrasar el pago de la cantidad adeudada.

Rosa confió en la justicia e interpuso una demanda de desahucio por falta de pago, algo que terminó en sentencia firme de recuperación de la vivienda, pero el lanzamiento se ha visto frustrado en varias ocasiones por cuestiones procesales como problemas de notificaciones a las personas afectadas. 

Mientras, el okupa hace negocio, y el chalé lo realquila por 2.500 euros mensuales a otra familia colombiana, que a su vez subarrienda las siete habitaciones. Es decir, dos familias haciendo dinero gracias a la okupación y a costa de Rosa y su padre, que también tienen que correr con los suministros. 

Entendemos que este caso es aislado, no se alarmen, lo ha dicho la ministra: es más fácil que te roben el móvil a que te okupen la casa.