En Hispanidad advertimos del nuevo negocio okupa: buscan pisos adquiridos por la Comunidad de Madrid para vivienda protegida y antes de que sean habitados, los okupan. La nueva especialización de las mafias consiste en okupar pisos que son comprados por la Agencia de la Vivienda Social (AVS), el antiguo Ivima.
A los okupas les gusta hacer negocio y se han convertido en verdaderos agentes inmobiliarios ilegales, pero claro, también les gusta vivir bien. Y se han dado cuenta de que hay otra forma de ganar más en menos tiempo.
Pensando en ello han okupado unas villas de lujo de un empresario suizo en Ibiza. El señor acudió a su casa para pasar allí sus habituales seis meses. La villa en cuestión está valorada en 11 millones de euros, pero cuando iba a entrar encontró a cinco okupas dentro viviendo como si la casa fuera suya, usando la cocina y el baño y disfrutando de la piscina y su cama.
Como es habitual, cambiaron la cerradura y alegaron ser vulnerables cuando el dueño intentó echarles. Pero claro, una cosa es ser vulnerable y otra tonto, ellos no tenían problema para irse, pero a cambio el legítimo propietario tenía que darles 50.000 euros.
Cada día recibimos nuevas noticias de casos de okupación, y si algo queda claro es que los okupas quieren buenas condiciones. Prueba de ello son los del Four Seasons de Marbella, los del barrio Salamanca de Madrid o los de Canarias, del antiguo Hotel Callao Sport.
Ya saben, los okupas son 'vulnerables', pero también aspiran a vivir bien. En Andalucía la okupación de patrimonio histórico está disparada: recuerden el caso de los okupas de El Rompido o el del chalet en Colmenar, o las 'listas negras' que varias inmobiliarias tuvieron que crear en Sotogrande. Sin olvidar que cada vez son más los propietarios que denuncian que sus okupas no pagan pero disfrutan de coches de alta gama o colegios privados para sus hijos.