Cada día recibimos nuevas noticias de casos de okupación, pero ojo, porque los okupas quieren buenas condiciones: recuerden que cuando se acerca el verano se van de vacaciones: invadiendo casas en primera línea de playa o chalets con piscina, quieren vivir bien. Y como muestra un nuevo caso en Villanueva de la Cañada. 

Lo cuenta la propia afectada, Beatriz. Su pesadilla comenzó hace siete meses cuando sus inquilinos dejaron de pagar el alquiler de la casa propiedad de su madre, situada en Villanueva de la Cañada. Beatriz tuvo que llevar a una residencia a su madre, una señora de 95 años con un grado 3 de incapacidad, por lo que decidió alquilar la vivienda para hacer frente a los gastos. Al principio todo iba bien, pero la deuda ya asciende a 12.000 euros: "Hemos tenido que poner una demanda por un caso de inquiokupación como se llama ahora, es decir, unas personas que no pagan la renta del alquiler. Mi madre tiene 95 años, es una persona que tiene un grado de dependencia máxima, un grado de dependencia 3, y está en una residencia porque es imposible que pueda vivir en otro sitio".

Según destaca Beatriz, la casa la construyó su propio padre hace más de 50 años: "fruto de mucho trabajo, mucho sacrificio y de mucho ahorro por parte de mis padres", "Mi madre con lo delicada que está, si yo le cuento algo de esto, la mato".

Pero la caradura de los okupas no queda ahí, Beatriz asegura que los mismos llevan una vida bastante holgada y pudiente, son empresarios y se dedican a la distribución y venta de productos relacionados con la salud. Disponen de varios vehículos de alta gama, llevan a su hijo a una universidad privada en Madrid y a su hija a un colegio también privado, además, hace poco compraron una caravana.