Diez días atrás Hispanidad publicaba el giro de Zapatero. El Presiente quería cambiar de socio : ERC por CiU, el nacionalismo republicano e independentista de Carod-Rovira por el nacionalismo moderado de Artur Mas, quien, como ayer informaba Hispanidad, mantiene una estupenda relación con Zapatero. Pues bien, nos acusaron de intoxicadores o intoxicados viene a ser lo mismo- y ahora la posible alianza PSOE-CIU se ha convertido en una especie de postulado político incontestable, uno de esos axiomas. Es decir, que es ahora cuando probablemente el acuerdo pueda entrar en crisis.

Por si fuera poco, ese personaje genial que es el socialista extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, animaba a su partido a dejare de tonterías y pactar con el PP los grandes temas de Estado. Por ejemplo, el Estatut.

Por de pronto, Gaceta de los Negocios publicaba el viernes que un Estatut blando deberá estar cerrado el día 27. Curioso, porque hasta ahora no se ha pactado nada y todo sigue en el aire.

En cualquier caso, el ministro de Industria, José Montilla, sigue empeñado en ser presidente de la Generalitat. Eso sí, no es miembro del Parlamento autonómico, por lo que habría que espera a unas elecciones. Además, aquí hay que distinguir las dos facciones que se reparten el PSC: los catalanes y los chinos. Los catalanes son eso, catalanes, con pedigrí, de varias generaciones, como Maragall, y no es necesario que sean muy de izquierdas. Los chinos, por contra, no tienen blasón catalán, son emigrantes o hijos de emigrantes. Como Montilla, razón por la que se dedican al rojerío en lugar de al nacionalismo, si ustedes me entienden.

Personalmente, estos últimos me caen mucho más simpáticos, pero las encuestas exigen que un candidato a la Generalitat tenga media docena de apellidos catalanes: pongamos Feliú, Pons, Pujol, Macià, Puig y Prat, mismamente.

Ahora bien, el cambio de socio es problemático. CiU, que ideológicamente siempre estuvo más cerca del PP que del PSOE, ha decidido que a grandes males grandes remedios. Durán Lleida ministro de Exteriores, Convergencia de vuelta en la Generalitat y apoyo total y absoluto en el Congreso de los Diputados. Recuerden: PSOE (164 diputados) CIU (10) los canarios de Coalición, que suman 3, alcanzamos los 177. Es decir, mayoría absoluta (176).

Y no es que ERC sea un socio desleal. Todo lo contrario, son fidelísimos. Si mañana Zapatero propone la ocupación militar de la Barcelonesa, ERC buscaría una razón catalanista que lo aconsejara. Los exabruptos los reservan para las ruedas de prensa y el pleno del Congreso, y con tal de mantenerse en sus cargos ya han prometido que dejarán de dar la tabarra con la cosa republicana y con la independencia. No se engañen: nada más dócil que un Carod o un Puigcercós. Con tal de mantenerse en el poder son capaces de modelar sus principios. Ahora, dicen, sólo queremos una política de izquierdas.

No es que ERC no sea un socio fiel, es que su hedor molesta a Zapatero, le quita votos. Electoralmente, el mayor de los errores del actual Gobierno ha sido el Estatut. Un patriotismo dormido desde la muerte de Franco ha resucitado ante tanto insulto. Para la inmensa mayoría de los españoles, el nacionalista es ese señor que rechaza la compañía de otros. Constantemente está intentando marcar distancias con madrileños, andaluces, asturianos, gallegos o manchegos, ya sea para lo bueno o para lo malo. Eso es lo que molesta, lo que injuria. Y molesta más el nacionalismo catalán que el vasco, algo ilógico, porque una parte del nacionalismo euskaldún es asesino, pero el homicida molesta a quien le sufre y a los que lo sienten, mientras que la obsesión catalana por marcar distancias con el resto del país genera irritación general. ¿Ya no quiere usted ni que juguemos juntos al hockey? Pues entonces yo tampoco quiero tener que ver nada con usted. Bastaría con que los líderes catalanes saltaran esa barrera para que todo volviera a su sitio.

En el entretanto, habrá que esperar a la alianza PSOE-CIU. Que, si lo miran bien, también resulta curioso : a fin de cuentas CiU es una coalición de un partido nacionalista y otro democristiano : Qué hace un partido democristiano pactando con la progresía socialista. El problema no es el socialismo, sino la progresía PSOE.

Zapatero se hace cruces. Nunca pudo pensar que el matrimonio gay, su política exterior, su odio hacia todo lo cristiano, su política educativa, su obsesión por prestigiar a ETA como interlocutor no le resultaría tan perjudicial como el Estatut para mantenerse en el poder.

Él debería reflexionar sobre ese absurdo de la historia: nosotros también.

Eulogio López